El barco de rescate de "Open Arms" ha pedido a la autoridad de salvamento marítimo (SASEMAR) que autorice la transferencia de los 11 migrantes rescatados por el pesquero "Nuestra Madre de Loreto", donde la situación es muy crítica tras diez días de bloqueo.

Fuentes de la organización humanitaria española explicaron que ambos barcos están a la espera de la respuesta de este centro de coordinación marítima española en medio de un temporal de viento y lluvia que complica la navegación.

Aún así, el equipo médico del Open Arms ha vuelto a subir esta mañana al pequeño pesquero para atender a los migrantes, que se encuentran debilitados y deshidratados además de cansados mentalmente tras diez días en la cubierta del pequeño pesquero en espera de una solución que no llega.

Uno de ellos hubo de ser trasladado el viernes en helicóptero a un hospital de Malta.

"Están exhaustos. Y la tripulación (del Nuestra Madre de Loreto) tampoco puede más. Todas las personas rescatadas deben llegar a un puerto seguro cuanto antes", advirtió una de las portavoces de la ONG española.

El barco de "Open Arms" alcanzó al pesquero, que se halla a un centenar de millas de la costa libia, este viernes a mediodía tras un día de difícil navegación por la fuerte marejada desde el puerto meridional tunecino de Zarziz, donde se hallaba anclado.

Su objetivo es auxiliar al "Nuestra Madre de Loreto" y a los migrantes que rescató el pasado 22 de noviembre cuando faenaba en aguas internacionales, muy lejos de la jurisdicción de las autoridades libias.

Los migrantes habían salido la noche antes de las playas próximas a la ciudad libia de Khoms, uno de los principales centros operativos de las mafias dedicadas al contrabando de personas en el Mediterráneo central, la ruta más mortífera del mundo.

Y fueron rescatados por el "Nuestra Madre de Loreto" horas después de que, según Vicente Sempere, segundo de a bordo del pesquero, fueran abandonados por las patrulleras libias, que ignoraron su solicitud de ayuda.

De acuerdo con los migrantes rescatados, en el precario bote neumático viajaban otras 25 personas que fueron interceptadas por la Guardia Costera libia y devueltas al país norteafricano, donde fueron encerrados en campos de detención.

En un primer momento, la intención del pesquero era llevarlos a Malta o Italia, países que enseguida sellaron sus puertos, e incluso a España, cuyo gobierno desde el primer momento ha tratado de que regresaran a Libia, según dijeron fuentes diplomáticas del país norteafricano.

Diez días después, las autoridades españolas, que sugirieron al "Nuestra Madre de Loreto" que viajara al puerto de Khoms, en Libia, para avituallarse, no han ofrecido todavía una solución.

Organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos y organismos dependientes de la ONU exigen a España que no devuelva a los migrantes a Libia ya que supondría una violación de la ley internacional, ya que este país "no está considerado un puerto seguro".

jm/ah

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12/01/11-06/18