La Ejecutiva Regional del PSOE-A ha dado hoy la confianza para seguir liderando el partido a la secretaria general y presidenta de la Junta en funciones, Susana Díaz, que ha sostenido que, si hubiera perdido las elecciones, habría dimitido y ha situado su objetivo en evitar que el próximo gobierno dependa de Vox.

La dirigente socialista no ha aclarado cuáles serán su preferencias en torno a los posibles pactos poselectorales, pero ha dicho que "lo normal es que el tercero (por Ciudadanos) apoye el primero (por el PSOE)" y que lo demás es "extraño".

Además, ha reiterado que se pondrá con contacto con todos los partidos constitucionalistas, salvo con Vox, con el objetivo de impedir que en el próximo Gobierno de la Junta de Andalucía dependa de la "extrema derecha".

La Ejecutiva socialista, con la presencia de los ocho secretarios provinciales, ha hecho balance de las elecciones, del escenario político que ha quedado y de las perspectivas para el PSOE y el futuro gobierno andaluz.

Después de señalar que más de un millón de andaluces ha apoyado a su partido, que ha ganado en unos 618 municipios y en siete provincias, Díaz ha reconocido que la de ayer fue una noche "triste" y que ha entendido el mensaje de los que se han abstenido.

"Ha habido muchas mujeres y hombres socialistas de corazón que fueron a votar. Algo hemos hecho mal. Tomamos nota para dar respuesta para estar a la altura, reflexionar y corregir los errores", ha planteado en un tono algo autocrítico.

Pese al mal resultado del PSOE-A, que ha perdido 14 escaños hasta quedarse en 33 representantes en el Parlamento, la secretaria general de los socialistas andaluces cree que su obligación como presidenta en funciones es "parar la ola de la extrema derecha" e impedir que el futuro gobierno de la Junta dependa de Vox.

Por ello, tiene la intención de abrir el diálogo con todos los partidos, salvo con Vox, para frenar a la "extrema derecha", de la que ha alertado que pretende "quebrar" la convivencia, no respeta la igualdad, la Constitución, el Estado de derecho y el Estatuto de Autonomía.

La candidata socialista, preguntada por si ha pensado en dimitir, ha indicado que, si hubiera perdido, lo habría hecho, pero ha insistido en que ha ganado las elecciones y ha sostenido que es llamativo que quienes han perdido los comicios, por el PP y Cs, "señalen" a los que han ganado.

A partir de aquí, ha esgrimido que todos los partidos constitucionalistas tienen ahora la "responsabilidad" de evitar que el futuro gobierno dependa de Vox y ha apostillado: "Yo no voy a hacer dejación de mis funciones".

Sobre la posibilidad de un eventual acuerdo entre el PP y Cs, ha afirmado que tendrán que de decidir cuál es su posición respeto a la "extrema derecha".

La socialista ha asegurado respecto a la irrupción en el Parlamento andaluz de Vox (12 escaños) que durante la campaña ha venido avisando sobre este fenómeno y ha criticado que Adelante Andalucía optara por seguir "atacándola" y que el PP y Ciudadanos hayan optado por "blanquear" a un partido "xenófobo y racista que justifica" la violencia contra la mujeres.

A propósito de las renuncias que su partido está dispuesto a hacer para conseguir un acuerdo, Díaz ha contestado: "Hay un partido que ha ganado y que dialogará con todo el mundo, y los demás se reparten cosas y no les importa pactar con la extrema derecha".

En este sentido, considera que el comportamiento de su partido está siendo "impecable" y que está en manos del resto de formaciones conseguir que el Ejecutivo "no dependa" de la "extrema derecha".