El gobierno garachiquense continúa empeñado en que el casco histórico y la zona alta del municipio, a la altura de San Juan del Reparo, estén conectados por un funicular que contribuya a la integración social y sirva también como nuevo atractivo turístico a una localidad que ve cómo recientemente ha aumentado el número de sus hoteles señoriales y que se enfrenta a un año clave, con el comienzo de las obras del puerto de Garachico. Sin embargo, y si se ha esperado más de tres siglos para recuperar el ansiado brazo de mar y si se tuvo que sufrir siete años para una obra como el túnel de El Guincho, todo indica que, tras unos años desde que el alcalde, Ramón Miranda, lanzara la idea a la opinión pública, también se tendrá que esperar a que sea la Unión Europea la que, como con otros proyectos de las Islas, decida si este medio de transporte es o no compatible con el paraje protegido por el que discurriría.

Así lo teme, por lo menos, el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, José Heriberto González, quien, pese a todo, se muestra tan confiado y convencido como Miranda en que, al final, se demostrará que sus argumentos sobre la necesidad social y turística de la iniciativa, el "reducido" impacto visual del vehículo y las mejoras en la limpieza y aspecto del paraje que acarreará la actuación convencerán a las distintas administraciones competentes.

Eso sí, González es consciente de que algunos de los colectivos ecologistas y de otra índole que se oponen al proyecto cuentan con miembros con sobrada solvencia jurídica y que harán todo lo posible para que los organismos isleños y, sobre todo, y como último término, Bruselas, les den la razón ante lo que entienden como un atentado medioambiental sin ninguna justificación.

Otra administración que tiene también que "ganarse" el gobierno local es el Cabildo, que remitió hace meses un duro informe en contra de esta opción. Tan duro, que el alcalde incluso lo tilda de casi político, "aunque con errores tan grandes, como el relativo a la población local, que cifraba en menos de 2.000, que se desmonta por sí solo". Si bien este informe no es vinculante, el gobierno garachiquense no ha descansado ante los consejeros y otros responsables del Cabildo para que el nuevo que debe emitir en breve cambie radicalmente y, de esa forma, no haya una administración tan importante en contra del funicular.

6 millones reservados

El alcalde lo reiteró la semana pasada en una reunión ante el consejo de administración de la empresa Teleférico del Teide, interesada en invertir unos 6 millones de euros que ya ha reservado en este proyecto. Ese consejo lo componen, entre otros, cuatro consejeros insulares, que volvieron a escuchar las razones sociales, turísticas y económicas que esgrime el gobierno local para defender la iniciativa.

Según Miranda y González, todo apunta a que el Cabildo cambiará y se sumará al apoyo que, casi desde el principio, ha apreciado el gobierno garachiquense en la Dirección General de Política Territorial del Gobierno de Canarias, que recibió recientemente el escrito de justificación social del proyecto elaborado por el consistorio.

La consejería debe remitir la documentación a la Comisión del Territorio y Medio Ambiente (Cotmac) para abordar la aprobación o no del funicular. De todos modos, el gobierno local confía en que este organismo mantenga el apoyo que ya demostró al incluir el proyecto en el texto inicial del Plan Parcial del paraje protegido de los Acantilados de La Culata, por donde discurriría el transporte.

González admite que el período de información y alegaciones de este plan se ha alargado en exceso, en buena parte, por el funicular, "aunque también por las alegaciones de los vecinos afectados, tanto de Las Canales, en Icod, como la zona de El Guincho por encima de la carretera o en la parte baja de Genovés".

El edil de Urbanismo no sólo subraya la labor de cohesión social que representaría el funicular para que los vecinos de la zona alta de Garachico no tengan que pasar por otros municipios (El Tanque o Icod) para bajar al casco por las carreteras principales, facilitando así los trámites administrativos o hasta el acercamiento entre las generaciones de jóvenes, sino que su construcción permitirá limpiar el acantilado y eliminar los restos de tuberías y otros residuos presentes.

Oposición ecologista

La Asociación Pro Defensa de los Acantilados de La Culata y otros grupos ecologistas se oponen al funicular por las "graves consecuencias" que acarreará en las coladas históricas situadas entre el casco y San Juan del Reparo. Su impacto paisajístico lo consideran "alto" y alertan de los perjuicios a un espacio natural protegido incluido en la lista de Lugares de Interés comunitario (LIC), dentro de la Red Natura 2000 de la Unión Europea, institución a la que acabarán recurriendo si no logran frenar antes este proyecto. Entre otras cosas, piden que se elimine del Plan Especial la reserva del corredor por el que pasarían los raíles del vehículo. A su juicio, la Isla Baja puede y debe mejorar sus atractivos turísticos apostando por la promoción del senderismo, la agricultura tradicional, los hoteles y casas rurales y los miradores y parajes ya existentes.

El alcalde de Garachico teme que, de seguir retrasándose el proyecto, la empresa Teleférico del Teide se replantee la inversión y destine el dinero a otra iniciativa. Mientras, los grupos que se oponen, como la Asociación Pro Defensa de los Acantilados de La Culata, anuncian que lucharán hasta el final para evitar lo que entienden como una nueva agresión a los valores naturales y paisajísticos de la Isla. Todo apunta, de nuevo, a que al final decidirá Bruselas.