Un hombre a carta cabal, cercano a su gente, campechano, querido por su pueblo, pero también denostado por sus adversarios, Isaac Valencia encarna el ejercicio de la política como función social y hasta con ciertos tintes populistas. Cuando se cumplen 30 años de su incorporación a la vida pública activa en calidad de concejal en 1979 y luego como alcalde desde 1983 en el Ayuntamiento de La Orotava, un grupo de ciudadanos le ha reconocido su dedicación en un homenaje. En un momento en el que algunos consideran que Valencia vive sus últimos días en política, el mandatario de 71 años asegura a EL DÍA que seguirá "el tiempo que haga falta, si los villeros y Dios quieren, y si la salud me acompaña. De todas formas, corresponderá al partido decidir sobre la candidatura llegado el momento".

-¿Qué recuerdos tiene de sus inicios en política?

-Siempre he sentido una gran preocupación por la vida de los demás, de acuerdo a mis raíces y procedencia personal, y tuve la oportunidad de estudiar en el colegio San Isidro. Yo era alumno de ese centro antes de llegar los Salesianos a la Villa, pero, al mismo tiempo, sentía gran predilección por el fundador de la institución salesiana, Juan Bosco, un trabajador incansable, y que se caracterizó por su amor a la gente y que ha marcado, en gran medida, mi quehacer político y social. Sus enseñanzas me impactaron enormemente, y con el paso del tiempo, y tras reuniones con los jóvenes de la época predemocrática vi la posibilidad de desarrollar una actividad social más comprometida, y en este aspecto, tuvo un protagonismo especial el sacerdote Víctor Rodríguez, y luego me inicié el Partido Popular Canario (PPC), pero será en 1978 cuando a raíz del movimiento vecinal que organizó la primera manifestación de las velas para reclamar electricidad y mejores servicios para la parte alta de la Villa cuando tomé conciencia de la necesidad de una mayor implicación política. En las primeras elecciones locales de la democracia fui elegido concejal en la lista que encabezaba Francisco Sánchez García; asumí dos responsabilidades claves en el ayuntamiento, Hacienda y Urbanismo, y será por decisión de la asamblea local cuando concurro como candidato a la Alcaldía en los comicios de 1983, en los que resulté elegido alcalde.

-¿Cuál es el secreto de haber ganado todas las elecciones locales desde 1983 hasta 2007?

-Creo que el secreto reside en la credibilidad que se le transmita a la gente, estar junto a los ciudadanos en mangas de camisa, atender y resolver sus reivindicaciones; ayudar a los vecinos y que estos se sientan respaldados.

-¿Qué logros destaca de su trayectoria política?

-Haber igualado la sociedad, independientemente del lugar geográfico, la práctica superación de la diferencia de vivir en el casco o en el extrarradio. Que los vecinos de Aguamansa o del casco de la Villa disfruten de la misma calidad de vida o que dispongan de los mismos servicios. En 30 años, la Villa ha experimentado un cambio abismal en infraestructuras básicas y de comunicaciones, vivienda, sanidad, educación, servicios y cultura.

-¿Cuáles han sido los momentos más complicados de su gestión hasta ahora?

-Hay que distinguir entre el trabajo que se realiza para sacar los asuntos adelante en beneficio de la comunidad y el hecho de que determinados colectivos frenen esa actividad y pongan en solfa tal esfuerzo e intenten machacarlo. Sin embargo, dejando a un lado los aspectos que pudieran ser negativos, lo realmente gratificante es observar con felicidad que el pueblo ha ido asumiendo y valorando como suyo todo lo que se ha hecho. Esa lucha por sacar las cosas adelante a algunos no les gusta y hacen todo lo posible para que no luzca. Es duro trabajar para el pueblo y ver como otros pretenden meterme en la cárcel. Hemos trabajado para que la gente viva mejor, pero hay otros que no lo entienden así, y que, se da la circunstancia de que nacieron anteayer, en época de vacas gordas. Posiblemente, sus pacientes nacieron en época de vacas flacas. Me preocupan mucho los nuevos ricos porque se olvidaron de que en su casa no tenían luz eléctrica ni agua corriente. Por mi forma de pensar siempre intento superar los problemas en beneficio de la colectividad. Con el tiempo cada cosa va a su sitio y es quien determina si las cosas se han hecho mejor o peor, y no por las críticas.

-¿Se siente con ánimo para concurrir a la reelección en 2011?

-Seguiré al frente de mis vecinos el tiempo que haga falta, si ellos y Dios quieren, y si la salud me acompaña. De todas formas, corresponderá al partido decidir sobre la candidatura llegado el momento.

Casi 600 personas en su homenaje

Unas 600 personas asistieron anoche al homenaje a Isaac Valencia organizado por un grupo de vecinos y simpatizantes en la Sociedad Liceo Taoro (en la foto). Durante el emotivo acto, que sus promotores calificaron como "popular" y "ajeno a la política", Valencia recibió un bastón de mando elaborado en madera noble y con empuñadura tallada en oro, entre otros obsequios. Este homenaje a su trayectoria fue una gran cena que se cerró con las intervenciones del dirigente vecinal Luis Melo; Carolina Guanche Valencia, nieta del homenajeado, y el propio Valencia, quien recordó sus orígenes y su trayectoria al frente del ayuntamiento. Los organizadores también rindieron homenaje a la esposa del alcalde villero. Un vídeo evocó antes los momentos más importantes de la vida personal y profesional de Isaac Valencia y el Grupo Folclórico Bentahod y el cantante Chago Melián pusieron la nota musical al acto. Pedro Barreto, uno de los promotores de este homenaje, reconoció a EL DÍA que las previsiones de asistencia al acto se "desbordaron" y hubo que limitar el número de asistentes a la capacidad del salón de actos del Liceo Taoro.