La Hacienda de Los Príncipes de Los Realejos ya forma parte de los bienes de interés cultural de Canarias, según resolución de la Comunidad autónoma, que publicó recientemente el Boletín Oficial de Canarias. Después de una larga espera de 25 años, el trámite incoado en 1984 ha dado sus frutos. Un enclave de especial trascendencia histórica en el contexto de la evolución socioeconómica del Norte de Tenerife. Su gran interés arquitectónico y su configuración espacial y ambiental la hacen merecedora de tal distinción que garantiza su protección y conservación.

El alcalde de Los Realejos, Oswaldo Amaro Luis (CC), mostró su satisfacción porque "se trata de un inmueble emblemático con un gran significado histórico para nuestro municipio e incluso social ya que tenemos que recordar que uno de los primeros asentamientos poblacionales del municipio se estableció aquí, además de la importancia económica que tuvo en su día".

El trámite para dicha declaración se instruyó en noviembre de 1984 y tras una serie de vicisitudes el expediente se informa favorablemente en 1996. Por su parte, la Comisión de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, en su sesión del 9 de mayo de 2007, dictaminó favorablemente la delimitación geográfica del bien que se estaba estudiando hasta su aprobación y declaración definitiva de mayo del presente año.

La Hacienda de los Príncipes debe su nombre a las nupcias contraídas en Madrid por una sobrina del cuarto Adelantado, Porcia Magdalena de Lugo, con Antonio Luis Leiva, príncipe de Asculi y Marqués de Atela.

El mandatario recuerda que la Hacienda de Los Príncipes pasa, a partir de ahora, a formar parte del listado de BIC existente en el municipio, compuesto por las iglesias de la Concepción y del Carmen, así como la casa de Viera y Clavijo, a lo que se añade la declaración, en su día, de la iglesia de Santiago Apóstol como monumento histórico nacional, mientras que el casco del Realejo Bajo posee la denominación de conjunto histórico.

De acuerdo con los estudios realizados por el profesor titular del departamento de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, Gerardo Fuentes, la Hacienda de Los Príncipes está compuesta por un conjunto arquitectónico cuyo deterioro ha ocasionado la desaparición de muchos elementos estructurales, sobre todo en las estancias más nobles. De la primitiva fábrica apenas hay vestigios; la actual edificación, de planta en forma de L, pertenece a los siglos XVII y XVIII con añadidos posteriores. Una tercera edificación se ubica en los terrenos anexos a ésta, denominada la Parra Alta, que data del siglo XVII y en un principio se construyó para destinarla a funciones diferentes a las de vivienda, así sirvió de granero, caballerizas e incluso de hospedaje para viajeros, hasta que posteriormente sirvió como hogar.

La importancia económica de esta casa y de su ingenio motivó la llegada de forasteros que paulatinamente levantaban sus sencillas casas sobre los terrenos cedidos por el propio Adelantado, originando así el primer brote urbanístico. Sus jardines fueron la admiración de muchos viajeros, sobre todo ingleses y franceses.