El Juzgado Número Uno de La Orotava tardó sólo seis días en emitir la sentencia que absolvió ayer de un presunto delito de coacciones a 49 de los 50 vecinos, ediles y ex ediles que protestaron contra el derribo del teatro Atlante en marzo de 2005. La sentencia sólo condena a uno de los participantes en la concentración como autor de una falta de coacciones, por subirse a la pala que iba a continuar el derribo del inmueble, y le impone una multa de 60 euros.

El texto de la sentencia señala que la conducta de las personas que se concentraron en la calle, "obstaculizando con su mera presencia el paso del camión que portaba la pala, no puede considerarse violenta y, por lo tanto, no constituye una falta de coacciones".

La jueza califica en la sentencia como "absolutamente loable la iniciativa popular de los ciudadanos que se movilizan en defensa del patrimonio histórico y cultural de su villa".

La constructora Pejomar había denunciado por coacciones a las personas que impidieron que una excavadora continuara la demolición del antiguo "Cine de Abajo". Los impulsores del llamado Movimiento Atlante apelaron durante el juicio al derecho de concentración y a su obligación de defender el patrimonio histórico, al tiempo que negaron que impidieran la actuación de la pala, "que llegó al lugar después de que se iniciara la concentración pacífica".

Entre los denunciados, ahora absueltos, están el secretario de organización de IUC, Eparquio Delgado; los ex ediles Sebastián Estévez (PSC) y Montserrat Ramos (IpO), así como los concejales villeros José M. Hernández (IpO), Fran Baute (IUC-LV) y Manuel González (PSC).