La organización no gubernamental La Mesa del Puerto de la Cruz cerró el pasado año con 1.250 personas demandantes de alimentos, que representa un considerable aumento con respecto al último trimestre de 2008, cuando inició su actividad con 65 demandantes de ayuda social de emergencia. En pasado ejercicio repartió 250 toneladas de alimentos o víveres y 28.000 litros de agua. A pesar de esa gran labor humanitaria durante 15 meses no ha recibido ni un céntimo de ninguna entidad local del Norte de Tenerife hasta finalizar el pasado ejercicio, que contrasta, en cierta medida, con el apoyo del Cabildo y del Gobierno de Canarias. No obstante, valora la disposición de los ayuntamientos del Puerto de la Cruz, Los Realejos, Santa Cruz y la reciente firma de un acuerdo con la administración de Granadilla para la apertura de una sede este mes de enero, dado que atiende a 150 familias, que deben efectuar un viaje de tres horas al Puerto de la Cruz para recibir su ayuda. La presidenta y secretaria de La Mesa, Alicia Muñoz e Ingrid Luttgenau, respectivamente, ponen de relieve que cada semana llegan a La Mesa entre 30 y 40 personas de toda la Isla a recoger alimentos y adelantan que el 40% de los demandantes de ayuda presentan un perfil de edad comprendido entre los 29 y 39 años. Los mayores con dificultades representan el 15%.

Cuando La Mesa abrió sus puertas en la calle Teobaldo Power del Puerto de la Cruz el 24 de septiembre de 2008 sólo había peticionarios de la ciudad turística, pero desde enero del pasado año atiende a familias y personas individuales del resto de la Isla. Ingrid Luttgenau señala que "no podemos cerrar los ojos ante la necesidad social y hemos de dar respuesta urgente a las peticiones de ayuda, mientras se solventan los aspectos burocráticos en las diversas administraciones que tratan estos casos".

Las responsables de La Mesa insisten en la variedad y calidad de los víveres que se distribuyen, y se tiene en cuenta las necesidades de los mayores y de los niños. Aprecian un aumento de las donaciones, aunque consideran que todavía resultan insuficientes para afrontar los gastos que se derivan del mantenimiento de la entidad, que se sitúan en torno a los 4.000 euros.

La Mesa tiene que hacer frente a los gastos de alquiler de local y de vehículos, aunque en este segundo caso, precisa que la empresa suele darle un trato preferencial, con mejores precios o exención de algunos pagos. La Mesa cuenta con el respaldo y la dedicación de trece voluntarios que trabajan 10 horas diarias.