El gobierno CC-PP del Puerto de la Cruz hizo ayer balance de sus primeros cien días al frente del ayuntamiento y el alcalde, Marcos Brito, subrayó que la situación del consistorio y de la ciudad ha mejorado, entre otras cosas, porque su gobierno "está mucho más preparado y trabaja más que el anterior y, además, al frente no tiene un alcalde virtual".

Respecto a las diferencias con el gobierno que presidía Lola Padrón, Brito destacó "el orden, la seriedad y el respeto a la democracia y a la libertad". A su juicio, "no hay comparación posible entre un gobierno y el otro".

Brito se definió como "un alcalde que se equivoca, pero al menos dedica muchas horas a la gestión municipal. Además, yo no pierdo el tiempo en el Parlamento de Canarias y siempre doy la cara".

El mandatario portuense reiteró la legitimidad de su gobierno: "Ahora gobierna la mayoría elegida democráticamente, aunque parezca que a algunas sí le han votado y otros estamos aquí porque nos caímos de la higuera".

Brito destacó que los esfuerzos de su gobierno en estos primeros cien días se han centrado en reestructurar las áreas y oficinas municipales; ordenar la economía del consistorio; rebajar el coste del gobierno -"que se ha reducido un 12,5%"-; mejorar los servicios al ciudadano, "en especial la atención social"; desbloquear obras paralizadas; restaurar las relaciones con otras administraciones; impulsar el proyecto del nuevo puerto; cumplir la obligación legal de cerrar la estación de guaguas y trabajar en un proyecto definitivo; la resolución de los conflictos "heredados" y las deudas con la empresa Ródano y las cooperativas Tarajal y Garoé; promover un ocio saludable entre los jóvenes y evitar el botellón; sacar adelante el consorcio del Plan 2020, o avanzar en el nuevo Plan General de Ordenación (PGO).

El alcalde nacionalista se mostró optimista respecto al futuro de la ciudad y destacó que "el Puerto de la Cruz tiene capacidad de recuperación".