Tres familias del camino de Los Angostos en La Piñera, en Los Realejos, pasan por un calvario insufrible desde que el 16 de noviembre de 2009 quedaran aisladas del resto de los núcleos de población por la destrucción de la única vía de acceso a sus viviendas. Una larga y dramática espera que se ensaña con los más débiles e impedidos, que tienen que sortear toda suerte de obstáculos para salir o entrar y es que este camino de Los Angostos discurre sobre el cauce de un barranco que aún denota las secuelas de aquel temporal que se cebó con las infraestructuras, cultivos y bienes en las áreas de medianías.

El portavoz de las familias afectadas, Ignacio González, indicó que "aguardamos desde hace casi tres meses una solución a nuestro angustioso problema de comunicación, debido a que todavía no se han iniciado las obras previstas de rehabilitación de este camino por parte de la administración local. Pedimos que se habilite un paso o se busque la manera de devolver el tránsito en esta zona. La gravedad es tal que, como están las cosas, no podemos sacar el coche, y si ocurriera una emergencia médica nos veríamos obligados a salir a pie desde nuestros domicilios hasta la carretera general, a través de senderos situados en las fincas aledañas".

A las tres viviendas aisladas no pueden llegar ni el cartero, ni servicios médicos, ni el panadero en coche. Ignacio González explica que "en días de lluvia tengo que ponerme unos plásticos en los pies para poder cruzar esta barranquera o ayudar a mi hermano impedido. Parte del barranco, a la altura del puente, presenta cierta obstrucción por los restos de materiales que aún quedan en su cauce".

Ignacio González agrega que "en el ayuntamiento me han comentado que se han invertido 460.000 euros en la ejecución de las obras de reposición de las infraestructuras viarias dañadas por las lluvias y riadas del mes de noviembre, pero no tienen 100 euros para meter una pala para retirar los escombros".

El camino Los Angostos fue trazado por los vecinos hace 50 años, con el visto bueno del Cabildo de Tenerife y de la institución municipal. Como una de las soluciones alternativas se propone la compra de 70 metros lineales para ampliar y mejorar la pista, y la construcción de un puente, aunque se tropieza con la falta de recursos y con la incertidumbre de si los propietarios de las fincas aledañas acceden a vender.

El concejal de Obras, Salvador García, indicó que la reparación del camino no permite cemento por su peculiar situación, sino la utilización de materiales ligeros, y se requiere ganar 50 metros de espacio para rehabilitarlo.