La Villa de La Orotava compartió y exhibió ayer la fiesta más bonita que hay en Canarias, encarnada en su tradicional Romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, que en esta edición cumplió su 75 edición, bajo la organización del Liceo Taoro. Con tal motivo, el trayecto habitual desde hace mucho tiempo fue modificado para permitir que el paso de los magos cantando, con las 84 carretas enjaezadas y tiradas de yuntas de bueyes, discurriera por la calle San Agustín, frente a la sociedad del Liceo Taoro y junto a la plaza del Kiosco.

Unos exaltados, que portaban una bandera canaria con las siete estrellas verdes, increparon al alcalde de la Villa, Isaac Valencia, lo que motivó la intervención de la Guardia Civil y Policía Local, según se indicó en medios de la Alcaldía, incidente al que se sumó la avería de una carreta, sin mayores consecuencias.

La Romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza se inició pasadas las dos de la tarde, tras la celebración de la misa y posterior subida de las imágenes hasta las inmediaciones de la Casa de los Balcones, para luego continuar tras el cortejo en dirección a su ermita de la plaza de El Calvario o de El Llano.

Como ya es tradición desde comienzos de los años 80 del pasado siglo, se entremezclaron los sones isleños y de Galicia, protagonizados por el grupo folclórico de Puenteareas (Pontevedra), con la combinación de sonidos de las gaitas, tambores, guitarras, timples, flautas y bucios, entre otros.

El Liceo Taoro dispuso la colocación de unas 4.500 sillas a lo largo de gran parte del trayecto, que casi se ocuparon desde el mediodía. Según se ha indicado en medios de la organización, la afluencia de público y participantes rondó las 45.000 personas durante las más de cinco horas de romería.

La primera Romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza de su etapa moderna, de 1936, reunió unas tres carretas entonces, según narraba en una de sus crónicas Benjamín Afonso Padrón. Este año, como contraste con los inicios, desfilaron 84 carretas tiradas por yuntas.