EN MOMENTOS como los actuales, podemos pensar que entre nosotros tenemos políticos malos y que juegan sucio, aunque no todos. Gente seria y trabajadora y que le duele la isla, el municipio o la región creo que la hay también; pero los raperos, los enterados, los nefastos nunca llegarán a convencernos, pero existen, y Canarias necesita gente austera, comprometida, firme y coherente, no figuras de papel, no hombres de paja, no estatuas de cemento. Aquí, en estas tierras atlánticas a dos mil kilómetros de Madrid, necesitamos, compromisos serios y concretos; yo no creo en los fantasmas, pero en la política pueden haber algunos; aquellos de la doble cara, los que siempre, y ahora más que nunca, juegan con los sentimientos de los canarios, y de eso estamos hartos, basta con mirar la prensa, repasar sus páginas para clamar al cielo. No todo lo que reluce es oro, como dice el viejo refrán. Aquí lo que importa es saber bien tirar de la manta. Si te haces el bobo, te pisotean, y si te pasas de listo, te escupen en la cara.

Estamos cansados de falsos predicadores, de políticos insensatos, de baratillos de basura, y hasta de ropa manchada, pero algunos viven como reyes y ni la crisis les afecta.

Si salimos a la calle, nos encontramos con un sinfín de problemas, y cuando pides explicaciones, nadie te escucha. Sólo servimos para ir a votar y para pagar impuestos, porque hasta cuando solicitamos algo, nos taponan la boca botando nuestras solicitudes a la basura y luego ellos se apoderan de nuestras ideas y las hacen suyas tan llanamente. Y de esa clase de políticos tenemos muchos y muy cercanos.

A este paso, yo no sé lo que pretende tanto gandul hacer con nosotros. Estamos hartos, pero no de alimentos, sino de tanto sinvergüenza. De especuladores, de mentirosos y de tanto vagañete que sólo le gusta vivir del cuento y embolsarse al final de mes un sustancioso sueldo, que para colmo sale de nuestros bolsillos.

Cansados ya de tanto fantasma y de tantos hipócritas, creo que es el momento del ¡basta ya! No se puede, bajo ningún concepto, vivir engañando a los ciudadanos. Pero ellos, los ansiosos de poder, con sus patrañas, hacen todo lo posible por seguir montados en el carro de la política, porque de esa teta es de donde más se agarran, y no quieren desprenderse de ella bajo ningún concepto. Mientras, Canarias y los canarios poco le importan. Así van las cosas en esta región a la que nunca se les ha tenido en cuenta desde Madrid. De solidaridad con Canarias nada de nada, Sra. Fernández de la Vega.