Lo que empezó como un conato en horas de la mañana de ayer en la calle Higuera, en Agua García, en Tacoronte, se convirtió, en poco tiempo, al reavivarse por las fuertes temperaturas y el cambio de la orientación del viento, en un incendio de grandes proporciones que se extendió hacia el municipio de El Sauzal por el interior de un barranco, llegando incluso a la misma TF-5.

Y es que ese primer conato, que se declaró a las 6:00 horas y las 10:00 horas ya estaba controlado, causó momentos de gran tensión en la tarde de ayer cuando sobre las 15:30 horas se reavivaron las llamas y se extendieron a gran velocidad hacia la costa y El Sauzal.

Una cuba del Ayuntamiento de Tacoronte fue el primer vehículo en llegar a la zona para intentar controlar el fuego, que se vio rápidamente reforzada por diversos efectivos de los dos consistorios norteños, del consorcio de Bomberos, de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife, de los cuerpos de Policía Local, de la Guardia Civil y hasta de un helicóptero SOKOL, quienes aunaron esfuerzos para sofocar unas llamas que ya llegaban con inusitada rapidez, y que ayudadas por el fuerte viento y el calor atravesaron el límite de la carretera general y traspasaron la TF-5.

La humareda que provocó este incendio llegó a hacer temer posibles accidentes en la vía, pero sobre todo plasmó una imagen realmente dantesca y sobrecogedora, en medio de un ambiente tórrido que hacía recordar episodios similares ocurridos en 2007, y en el verano de 1995, cuando el incendio del monte de La Esperanza, iniciado el viernes, 17 de julio de ese año, se extendió hasta la comarca de Tacoronte-Acentejo.

Sobre las 17:00 horas el fuego ya había llegado a tres viviendas próximas, que fueron desalojadas, pero lo peor estaba por llegar. Las llamas habían saltado al barranco del Salto del Gato de El Sauzal y amenazaba con extenderse rápidamente hacia zonas habitadas del núcleo municipal.

Apenas se había recibido esta alerta cuando creció el temor y la tensión: había surgido un conato en La Hornaca, esa zona caliente de Tacoronte que cada verano se ve asediada por las llamas. La rápida actuación de los efectivos, que tuvieron que rodear la zona para cortar el fuego, consiguió controlar un incendio que llegó a las copas de algunos pinos y que amenazaba el monte norteño.

En El Sauzal, uno de los momentos más complicados fue cuando las llamas amenazaron una gasolinera, que por fortuna no sufrió daños.

Pero la fortuna sonrió al Norte de Tenerife, y el esfuerzo de las decenas de personas que ayudaron a sofocar los tres focos tuvieron recompensa. A las 19:00 horas el fuego estaba controlado y en la noche de ayer se estimaba en diez hectáreas el territorio quemado en El Sauzal y unos 1.500 metros cuadrados en Tacoronte, donde sólo se vieron afectadas zonas de viñedos, y áreas cultivadas de millo, bosque de eucaliptos y zarzales, sin tener que lamentar ningún daño personal.

Fueron más de cuatro horas de tensión en las que la cercanía de las llamas y del humo a las viviendas hicieron que por megafonía desde un helicóptero se requiriera la evacuación de la zona, según indicaron testigos presenciales del siniestro.

Pero, quizás, quienes peor lo pasaron, fueron los residentes del Centro de Mayores Vista Alegre, que tuvieron que ser desalojados y trasladados al Complejo Deportivo de El Calvario, donde permanecieron hasta pasadas las 21:00 horas, cuando personal de la Cruz Roja los llevó a su hogar.

Aunar esfuerzos

La colaboración entre los dos ayuntamientos norteños, con sus alcaldes a la cabeza, Hermógenes Pérez (Tacoronte) y Mariano Pérez (El Sauzal), fue ayer un claro ejemplo de lo que es aunar esfuerzos. Desde el principio los dos alcaldes se personaron en el lugar con teléfono en mano y coordinando a sus efectivos para que colaboraran entre ellos, una actitud que se vivió hasta el momento en que todos los focos estaban controlados.

El consejero insular de Medio Ambiente, Wladimiro Rodríguez, se desplazó a la comarca de Acentejo, dada la gravedad del incendio reavivado a las tres y media de la tarde.

En unas primeras impresiones expuestas a EL DÍA puso de relieve la importancia del incendio dadas las condiciones climatológicas extremas, con altas temperaturas, baja humedad y viento cambiante, a lo que se suma la abundancia de combustible, como pinocha y rastrojos. Insistió en la necesidad de más vigilancia.