Las familias del Centro Ocupacional Naranjos de Luz, de Tacoronte, afrontan el principio del curso, previsto para este lunes, "divididos", después de que una sentencia judicial obligara a readmitir al director del centro y a una trabajadora por no existir pruebas del supuesto maltrato denunciado hace un año por una madre del centro.

Tal y como explicó a este periódico el alcalde de Tacoronte, Hermógenes Pérez Acosta, "el Ayuntamiento tacorontero conoce la división de opiniones de los padres del centro Naranjos de Luz, pero hemos tenido que cumplir la sentencia judicial".

Naranjos de Luz es un centro ocupacional para discapacitados que pertenece al ayuntamiento y está subvencionado por el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo de Tenerife.

El alcalde explicó que la sentencia judicial desestimó la demanda porque no había pruebas para admitirla ni siquiera a trámite.

A pesar de todo, alrededor de la mitad de los 33 padres de alumnos se van a concentrar a la puerta del Ayuntamiento tacorontero para pedir que el director no ejerza su cargo.

Sin embargo, hay otros 14 padres que reconocen que las dos personas que fueron expulsadas, el director y una trabajadora, "son unos buenos profesionales y son íntegros", tal y como expuso en este periódico Tomás García Hernández, uno de los padres representante de este grupo.

"Rumores infundados"

En su opinión, el maltrato no ha podido ser probado "porque, posiblemente, nunca existió". Añaden que los alumnos están contentos y que todo el lío se formó por "hacer caso de rumores infundados".

Pusieron de manifiesto que tras la denuncia de una madre, el Juzgado número 2 de La Laguna investigó a fondo y no encontró muestras de maltrato.

Se trata de alumnos con distintos grados de discapacidad, todos mayores de edad y sin posibilidad de cambiar de centro.

Por este motivo, los padres que están a favor de que el curso siga adelante solicitan "estabilidad" para sus hijos y ponen de manifiesto que siempre han abogado por la presunción de inocencia de esas personas, ahora ratificada por el juzgado.

Reconocen que han atravesado un período escolar difícil (desde septiembre de 2009 hasta agosto de 2010) y añaden que el centro ocupacional es necesario para la educación de estas personas.

Además, recuerdan que hay una lista de espera grande para ocupar plazas en este centro. El Centro Ocupacional Naranjos de Luz cuenta en la actualidad con 33 usuarios, un número que se eleva a 40 en verano, con motivo del programa de respiro familiar.