El Teide, símbolo de Canarias tanto dentro como fuera del Archipiélago, amaneció ayer cubierto de nieve. La tormenta que pasó por las Islas desde el pasado domingo hasta el martes propició que las precipitaciones fueran en forma de nieve en la cumbre más alta de este territorio atlántico. De hecho, en los diferentes municipios de Tenerife ya se notaba desde ayer el descenso de las temperaturas. Como cada año.