El Drago Milenario de Icod de los Vinos se yergue incombustible e imbatible como una de las señas de identidad de Tenerife y del Archipiélago, que ha sobrevivido a la erosión causada por los agentes naturales y la transformación del medio propiciada por el hombre, y desde siempre ha sido un objeto de admiración y veneración por los guanches y, posteriormente, por científicos, naturalistas y viajeros. Un paradigma destacado y representativo de la tradición cultural y períodos de civilización aborigen, actualmente extinguidos, según sostiene el investigador Álvaro Fajardo.

Las 600.000 visitas que se registran cada año dan cuenta del interés que despierta esta planta excepcional que se ha hecho acreedora, junto con su entorno más inmediato, a la declaración de Patrimonio de la Humanidad, y en este sentido, ya el pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad, el pasado martes, como adelantó EL DÍA, retomar las acciones conducentes a incoar el expediente ante la UNESCO, según propuesta presentada por el investigador Álvaro Fajardo, que asumió y defendió el alcalde, Diego Afonso.

Uno de los aspectos, tal vez, menos conocidos, se relaciona con el interior de esta planta emblemática, donde una pequeña estación mecánica procura su ventilación y medición de sus constantes vitales que opera desde 1985.

El director del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, Lázaro Sánchez Pinto, quien ha tenido una destacada intervención en la configuración del comité técnico del Drago de Icod de los Vinos, asegura a EL DÍA que en 1985 se lleva cabo la instalación del citado sistema de ventilación y deshumidificación con la intervención del investigador Kenneth Allen, de Estados Unidos. El ventilador ha estado funcionando de forma casi ininterrumpida desde casi 30 años y sólo se han registrado pocas paradas a lo largo de toda su vida".

La estación que ocupa la cavidad del drago dispone de un sistema de medición de la temperatura y de la humedad en el interior para corregirla si fuera necesario. En 1992, una compañía alemana instaló un tensiómetro que medía la tensión y la inclinación en algunas de las ramas por si se producía algún tipo de inclinación. Sin embargo, ese aparato nunca llegó a funcionar".

Órgano consultivo.- Sánchez Pinto pone de relieve la constitución, a principios de los años noventa del pasado siglo, del comité técnico, cuando se iniciaron las obras del parque del drago. "Entonces -añade-, el Ayuntamiento considera oportuno que tuviera una serie de especialistas en distintas áreas procedentes de la Universidad de La Laguna, Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Museo de Ciencias Naturales que controlaran la situación del drago durante y después de los trabajos. No se cobra por formar parte del comité, que funciona como órgano consultivo cuya única misión consiste en proponer mejoras en la salud del drago y carece de poder de decisión".

Achaques de la edad.- El Drago de Icod de los Vinos sufre los achaques propios de su ya avanzada edad, que se podría situar entre los 700 y 1.000 años, según indica el director del Museo de Ciencias Naturales, Lázaro Sánchez Pinto, al ser preguntado acerca de la salud de este ejemplar emblemático de Canarias y del mundo. En este sentido, apunta que "es muy difícil decir que está completamente sano, pero sí se puede afirmar que el Drago icodense es el árbol mejor cuidado de Canarias, dotado de un personal que lo atiende todos los días y que hace un seguimiento de las posibles afecciones o ataques de insectos. Este árbol suele padecer un tipo de plaga de larvas taladradoras que penetra dentro de la madera, que en el caso de los dragos es poco densa, y que perforan unos túneles que, aparentemente, no se ven, pero que, en un momento determinado, socavan la estructura básica del árbol, que podría desmoronarse si hubiera un viento fuerte o una tormenta. Se recomienda tener en cuenta para todos los dragos buscar la presencia de orificios por donde pudieran entrar esas larvas por la corteza o las ramas".

Los dragos suelen florecer todos los años y en el caso del de Icod de los Vinos registró una floración espectacular en 1995, que, debido a su edad, lo dejó bastante debilitado. Mucha gente, al año siguiente, atribuyó erróneamente tal hecho al inicio de las obras del parque. Tal circunstancia no se debía a las obras sino porque había florecido en exceso y por ser bastante viejo. En ese caso, florecieron 1.800 ramas. Ahora bien, cuando da frutos cada racimo pesa entre dos y tres kilos, lo que puede representar que en un momento determinado el drago tuvo encima cerca de cinco toneladas. Se calcula que la copa del drago pesa en torno a las 80 toneladas sin flores ni frutos.

El drago figura como emblema de ocho municipios de Canarias.