El Jardín Botánico del Puerto de la Cruz, fundado en 1788 por orden del rey Carlos III con el nombre de Jardín de Aclimatación de La Orotava, espera desde 1988 por unas obras de ampliación que acumulan 23 años de desidia, retrasos, parones y compromisos incumplidos. Arnoldo Santos Guerra, que fue jefe de la Unidad de Botánica del Jardín, publicó en 2005 en la revista Rincones del Atlántico un paseo por la historia del recinto, donde subrayaba la existencia de "un área de 30.000 metros cuadrados para su expansión y uso público, con obras iniciadas en 1988 pendientes aún de finalizar". Un párrafo que también vale para finales de 2011.

El exalcalde portuense Salvador García lamenta que "el jardín haya permanecido insuficientemente explotado, tanto desde el punto de vista científico como turístico". A su juicio, el Botánico es "una joya que ha merecido más dedicación y mejor tratamiento".

El planeamiento urbanístico municipal se modificó en los inicios de la democracia para destinar la parcela actualmente en obras a ampliación del Botánico. El solar se utilizó en los años 80 del siglo XX como recinto deportivo y helipuerto ocasional. A principios de los 90 se construyó el actual muro de cerramiento.

Tras casi una década sin actuaciones notables, AMP Arquitectos gana el concurso de ideas para la ampliación del Jardín Botánico. Su proyecto acumula ya doce años en obras. Arrancó en 1999, pero su ejecución no ha contado con el necesario compromiso presupuestario para cumplir unos plazos razonables.

En el siglo XXI se han sucedido los falsos anuncios de finalización de estas obras. La última vez que un nutrido séquito de autoridades visitó el Botánico fue el 27 de febrero de 2009. En aquella visita, el presidente regional Paulino Rivero (CC), auguró que gran parte de la obra se terminaría en el año 2010, aunque para la cuarta y última fase aún no había presupuesto. Los nuevos jardines y los ríos artificiales -la esencia de la ampliación del Botánico- tendrán que seguir esperando aún más.

La terminación de 13.500 de los 35.000 metros cuadrados de la futura ampliación del Jardín Botánico a la que hacía referencia Rivero continúa inacabada a finales de 2011, y con muy pocos visos de concluir antes de 2012.

La apertura del centro de visitantes como paso intermedio entre el antiguo jardín y la futura ampliación debería hacerse realidad a corto plazo, pero el ritmo de las obras está muy ralentizado desde hace dos años. Ese edificio, prácticamente terminado desde principios 2009, tiene una sala de exposiciones, una sala de audiovisuales, un aula destinada a escolares y un restaurante.

El inmueble está construido con hormigón visto al que se ha dado textura de madera y se pintará con tonos verdes y marrones. Uno de los principales atractivos del edificio será la cascada que caerá algún día por uno de sus laterales. Los visitantes podrán pasar por detrás de esta lámina de agua, que alimentará un gran lago. El presupuesto para esta tercera fase se ha duplicado y rondará los diez millones. 23 años después, aún no hay presupuesto ni plan de ejecución para la cuarta y definitiva fase de esta ampliación interminable.