El Grupo del PP en el Ayuntamiento de Garachico alertó en el último pleno de la corporación del mal estado de las depuradoras de La Caleta y el casco, así como los depósitos de agua potable del municipio, y solicitó la adopción urgente de las medidas que garanticen su buen funcionamiento, así como del alcantarillado y saneamiento.

Se solicitó, asimismo, que el consistorio dé traslado urgente de esta moción a las administraciones que puedan prestar su colaboración para resolver con carácter inmediato las obras que sean necesarias para dar cumplimiento a la normativa vigente en la materia.

Según indicó la portavoz del PP, Pilar Merino, Garachico cuenta con dos estaciones de bombeo que se encuentran en pleno paseo frente al mar, "ofreciendo al ciudadano y al visitante una imagen deplorable por su estado, dada su falta absoluta de mantenimiento y la apertura de tapa, con palo de madera apoyado como solución provisional".

La moción, que contó con el acuerdo unánime de la Corporación, destaca que ambas instalaciones han quedado obsoletas, y que "el hedor que desprenden es insoportable, sobre todo la estación de la playa de Caleta de Interián, que supone un peligro para la salud de los vecinos y para el medio ambiente y el entorno marino".

El PP cree muy importante combatir las emisiones contaminantes de raíz, con el fin de proteger la salud humana y el medio ambiente, teniendo en cuenta las normas, las directrices y los programas correspondientes de la Organización Mundial de la Salud. Por ello, Merino propuso la incorporación en ambas estaciones de maquinaria de ozonificación.

Además, la portavoz recordó que una norma básica dentro de la seguridad para las personas que han de reunir estas estructuras es el impedimento directo de acceso a las mismas, "cosa que no se contempla en la estación del casco, con el riesgo que supone".

Asimismo, Merino señaló que un municipio como Garachico, que pretende ser patrimonio de la Unesco, "no se puede permitir el atropello visual que representan estas instalaciones, o el conocido como La Gran Mancha, el hormigón proyectado como medida de contención contra desprendimientos del terreno situado en los bajos del Barrio de San Pedro".

Cree que la solución adoptada "fue errónea, ya que se debió optar por una pigmentación previa de la pasta con una coloración más acorde con el emplazamiento".

Para tal fin, el PP plantea una disolución de sulfato de hierro o sulfato de cobre, o una mezcla de ambos, con el fin de conseguir la coloración más adecuada con el entorno y reducir así en gran medida el impacto visual.