La sede de la Guardia Civil de La Orotava registró el pasado martes cinco denuncias (presenciales o telefónicas) por otros tantos robos en el interior de vehículos con matrículas de cierta antigüedad (BZ, AX y similares) aparcados en vías de urbanizaciones o zonas periféricas de la Villa. Por las descripciones dadas por los afectados de los hurtos, todo apunta a la acción de una banda (al menos dos personas) que aprovechan la menor afluencia de tráfico, policía e iluminación en áreas de casas unifamiliares, chalés o pareados alejados del casco para forzar coches sin alarma y llevarse todo lo que hallen de valor.

Los hechos de la madrugada del pasado lunes al martes siguen la línea de la noche de Reyes de este año, cuando la Guardia Civil registró una decena de denuncias muy similares por hurtos en urbanizaciones también periféricas, como Las Palmeras, Retamar o Las Dehesas.

En todos estos casos, el modus operandi suele ser muy similar: los ladrones usan una pata de cabra para forzar una puerta del vehículo elegido como víctima por sus características, generalmente por la parte superior. Lo más habitual es que actúen entre las 3 y las 5:00 horas y que utilicen guantes para no dejar huellas, aunque el pasado lunes pudieron cometer el error de ser vistos por algunos testigos, que han dado señas de un coche sospechoso que merodeaba la zona.

Aparte de objetos de valor como cámaras de fotos y otros, se llevan también mandos a distancia por si pueden acceder luego a garajes comunes.