El Ayuntamiento de La Matanza de Acentejo reclama desde 1984 la rehabilitación de la montaña Atalaya, ubicada en el entorno de los conos volcánicos de San Antonio y Los Nateros, y utilizada durante años como zona de extracción de áridos. El alcalde matancero, Ignacio Rodríguez (PSC), espera que el Cabildo de Tenerife cumpla su compromiso de compra de la montaña para recuperarla y crear en la zona un área recreativa y, a propuesta del ayuntamiento, un centro de interpretación de las medianías del Norte.
"La montaña Atalaya, como parte del grupo de volcanes cercanos, está localizada en una zona de especial valor paisajístico, al configurar un conjunto que incluye estos edificios geológicos junto a amplias zonas llanas de cultivo tradicional de viñas, hortalizas y cereales, así como una franja de castaños y pinar, que se completa con una visión del Norte de Tenerife y del Teide ciertamente única", destaca Rodríguez.
En este entorno rural y natural causa especial impacto el estado actual de la montaña Atalaya, que rompe la armonía del paisaje. Desde el ayuntamiento se ha potenciado ese rincón y sus valores paisajísticos como enclave de ocio alternativo y saludable mediante la construcción de circuitos de paseo, carrera y deporte al aire libre.
A juicio de Rodríguez, "en los últimos años se ha venido perdiendo un tiempo muy valioso ante la falta de compromiso del Cabildo para acometer esta actuación. En este tiempo, en la montaña se han acumulado escombros y chatarra, lo que le ha dado un aspecto propio de un vertedero, contrario a las normas de conservación y respeto medioambiental y paisajístico".
El área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife ya anunció al gobierno municipal en septiembre de 2009 su intención de agilizar la compra de la montaña. Dos años después, a finales de 2011, la nueva consejera insular de Medio Ambiente, Ana Lupe Mora (PSC), visitó la zona y mostró su voluntad de retomar la iniciativa, según destaca el alcalde.
Ignacio Rodríguez ha reiterado recientemente al Cabildo su petición para que proceda a la adquisición de la montaña Atalaya; estudie las opciones de recuperación del lugar, como el posible rellenado de la zona con escombros o su estabilización por otros medios, y que recupere la flora autóctona de este espacio y lo destine a zona recreativa y centro de interpretación de las medianías del Norte y sus cultivos de viña, castaño o papas, entre otros.