LA COSA está triste en Los Realejos, cuando desde la viceconsejería del Gobierno de Canarias le quieren quitar los poco más de 700.000 euros prometidos y aprobados para mejorar el casco histórico del Realejo Bajo. Tampoco están nada seguras las obras de la zona comercial del Toscal-Longuera o La Cruz Santa.

Todo esto me da olor a política bananera de quienes no cumplen con sus compromisos, y mucho menos con los municipios del Norte de Tenerife.

Y, claro, como los señoritos de CC (algunos, no todos) no gobiernan en algunos ayuntamientos del Norte, como es el caso de Los Realejos, ni se respeta el veredicto de las urnas, pues se vengan con quitarle a nuestro pueblo los ya señalados 700.000 euros previstos para el Realejo Bajo.

La noticia la dio a conocer el pasado jueves el primer teniente de alcalde don Adolfo González y Pérez-Siverio a través de Radio Realejos, y se armó la de San Quintín. Ahora, el nuevo alcalde tiene que poner toda la carne en el asador y saber qué va a pasar con ese dinero y a dónde se va a desviar.

El hombre, que ha intentado ponerse en contacto con el viceconsejero del Gobierno de Canarias, no ha tenido suerte y le han negado esa visita que quería realizar. Pero esto no se va a quedar así, porque ya la gente está hasta las narices de cómo los que se sitúan al frente del gobierno regional están haciendo las cosas. Y no es esta la primera vez que nos toman el pelo; ya han sido muchas las negativas y los peros cuando se trata de sacar adelante viejos proyectos que el Gobierno de Canarias se ha comprometido a llevar a cabo y no lo ha hecho.

Estimado don José Rodríguez, le ruego que no haga caso de quienes califican de callejuela la flamante calle que el ayuntamiento le ha designado con su merecido nombre. Estoy de acuerdo con su discurso y me gustaría tenerlo, como tengo otros de verdadero interés.

En sus palabras finales, y con buen humor, usted aceptó a quienes le votaron en contra y a quienes le votaron a favor. La mayoría es la que tiene la última palabra, y así lo hizo saber el alcalde. No le dé demasiada importancia a lo que digan desde IU o de otros partidos políticos, porque sería perder el tiempo en bobadas inútiles. Tenga presente que una gran mayoría, y no siete, como algún político dijo, está a favor de que usted tenga para siempre una calle grande con vistas a convertirse en avenida en Los Barros, y dejemos que los niños hagan pipí en la cuna si les apetece.

También hay gente nacida aquí que espera desde el cielo su reconocimiento, y lo va a tener; en la amplia zona de La Gañanía hay muchas calles que se deben rotular ya, antes de que algunos cuelguen allí sus variadas chaquetas políticas.

Sr. Rodríguez Ramírez, tenga usted la clara convicción de que miles de realejeros están muy satisfechos con las decisiones tomadas por el nuevo grupo de gobierno y de que nadie le va a traicionar, salvo algún "alterado político", como sucede en todas partes del mundo.

Los que en su momento hemos solicitado una calle para usted nos sentimos muy orgullosos, aunque me digan -que ya me lo han dicho- que yo soy el culpable. Todo eso me importa un pimiento, porque sé desde hace cuarenta años que en las páginas de EL DÍA ha tenido amplia cabida el nombre de Los Realejos, como también lo tuvo en el pasado, y concretamente en el libro publicado por don Leoncio Rodríguez, y cuyo artículo también publicó la revista Hespérides, en su número 44, dedicado a Los Realejos, año 1926, cuando en su libro titulado "Tenerife" le presta especial atención al Realejo cuando nos habla de dos pueblos con la misma sangre, de la Puerta Verde; de sus alegres y artesanas caladoras; de las costureras de medias y la buena labranza de los hombres del campo y de sus verdes campiñas. Pero cuando falla la memoria, el hombre mal informado -que hay varios en este y otros municipios- comete errores de primera magnitud. Entre ellos me incluyo como ser humano. Otros nunca se darán por vencidos ni darán el brazo a torcer.

Últimamente notamos cómo el municipio va tomando otro impulso. Usted mismo lo pudo comprobar el pasado día 11, pero si nos paramos por el efecto de la crisis entonces nos coge el toro. Se nota que hay ganas de hacer cosas, de transformar la vida política y social, con mejores y continuas reuniones vecinales, con acciones justas, y que el poco dinero que nos dan a regañadientes los organismos oficiales llegue a partes iguales a todos los barrios, porque todos (insisto) están necesitados de ayudas. La gente quiere y desea ver prosperar este municipio, que ya pasa de los 40.000 habitantes, y queremos vivir dignamente y en paz, mientras en la oposición parece que existen la confusión, la ira, el rencor, la desconfianza entre ellos mismos, porque cada uno quiere arrimar la brasa a su sardina, y se olvidan de sus deberes, pero no les falla la memoria a final de mes, cuando reciben unos sueldos casi ministeriales. Me estoy refiriendo a quienes desde el Gobierno de Canarias tocan la pandereta con tanta fuerza que ya está a punto de romperse.

Y una vez más, desde el Gobierno regional nos sentimos avergonzados y humillados; sobran políticos en distintas formaciones políticas, que se han olvidado del Norte de Tenerife, como puede ser don Paulino, don Ricardo y otra docena de incumplidores cuyos nombres están en la memoria de todos y que deben marcharse antes de que los pueblos del Norte se subleven contra ellos. Razones hay más que suficientes.

Canarias está ausente en muchas instituciones por culpa de quienes las rigen, y habrá que cambiar de proceder ante tanta miseria, paro y delincuencia. Aspectos negativos que repercuten contra el turismo y en tantos visitantes que cada año eligen las Islas para pasar sus vacaciones.

Funcionan rematadamente mal algunos establecimientos hoteleros y los clientes se quejan, piden el libro de reclamaciones. Hay un cierto malestar entre el personal. Todo esto hace posible que la "gallina de los huevos de oro" tome otros rumbos, mientras que ya se anuncia que el presente año va a ser peor que 2011. Y ante este alarmante mensaje, que nada de optimista tiene, ¿qué podemos hacer los que cobramos una pensión ridícula y tenemos una sanidad tercermundista?

Canarias está patas arriba; le han dado la vuelta unos cuantos políticos que no sirven ni para regar la poca platanera que nos queda. Me da la sensación de que vivir en Canarias es imposible, porque hasta la cesta de la compra en plena crisis está aumentando de precio, junto a los combustibles, mientras los mandamases tienen sus coches oficiales, sus escoltas, etc. ¿Y por qué no se les da el mismo trato a los que menos tienen? Imposible.

Ese hombre no está en su juicio, dirán algunos, pero la realidad la tenemos ante nuestros ojos, la vemos cada día en la calle. En los hospitales no hay camas disponibles y algunos pacientes tienen que dormir en los pasillos. ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI suceda esto en una de las regiones que más divisas aporta o se lleva el Estado? Pero ahí están los hechos, las quejas, las colas, infinitas colas donde el paciente se ve impedido sin que nadie lo atienda por esa política tan simplona a la que nadie quiere buscarle solución.

Estimado don José Rodríguez, cada vez entiendo mejor sus comentarios y editoriales. Que no cunda el pánico cuando se dice que van a cerrar EL DÍA. Creo, sinceramente, que eso es una falacia con el fin de ganar ellos la batalla, pero no hay que hacerle ni el más mínimo caso a tanto inepto. Roguemos a Dios para que les perdone tantas injusticias contra el pueblo canario.

Y termino con una de sus frases bien pensadas y pronunciadas en el acto del descubrimiento de la placa que lleva su nombre en la mencionada zona de Los Barros el sábado 11 de febrero, y que recojo de EL DÍA con fecha 12 de febrero. Dice así:

"A Cristo también le negaron hasta tres veces, y aunque hay distancia entre el Redentor y yo, creo, el Redentor y yo sabemos perdonar: porque no saben lo que hacen". La patria es una. La patria canaria es una. Pero la vida de relación tiene estas trepidaciones. Soy feliz, me han hecho muy feliz los realejeros. Ya lo expresé en La Laguna en un acto similar a este. No se preocupen los vecinos por que yo esté en esta calle, que no haré ruido y podrán dormir tranquilos, mientras yo sueño que Los Realejos es un paraíso, como paraíso que es. Y merece mucho bienestar y estar bien, disfrutar del amor de Dios, de la pirotecnia de las estrellas y los ángeles, y la de sus pirotecnias de esta tierra de Los Realejos".

"Acabo expresando en el latín de mi espíritu y memoria: Gloria in excelsis deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis, lo que siento profundamente en mi corazón maltrecho y en mi alma de patriota. Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad".

Concluyó don José Rodríguez Ramírez con este discurso, que pasará a la historia, junto con sus tres pregones ya conocidos y las muchas atenciones dispuestas a sus muchos colaboradores en el periódico que tan dignamente dirige, en el cual el bendito nombre de Los Realejos ha tenido especial resonancia regional y fuera de nuestras fronteras.