En el año 1494 los guanches se enfrentaron a los castellanos en Acentejo para evitar la conquista de su tierra. La Victoria y La Matanza afrontan 518 años después una nueva batalla de Acentejo: la que enfrenta a sus municipios contra el proyecto de Red Eléctrica de España (REE) de construir una subestación en el emblemático paraje de Los Nateros e instalar "una veintena de torretas de unos 50 metros de altura sobre la mejor y más cuidada zona agrícola de medianías de ambos municipios", según denuncia el alcalde matancero, Ignacio Rodríguez (PSC).

Matanceros y victorieros, habitantes de pueblos cuyos nombres recuerdan las dos históricas batallas entre guanches y castellanos, han vuelto a unir sus fuerzas para evitar lo que, en clave local, se interpreta casi como una nueva conquista y expoliación de su territorio de manos de un invasor.

Los dos ayuntamientos se han unido para hacer frente común a este polémico proyecto. Públicamente han expresado su rechazo y mañana está previsto que sus plenos aprueben un pronunciamiento conjunto contra la iniciativa, pendiente de pasar el trámite de aprobación de proyectos y declaración de impacto ambiental y de utilidad pública por parte del Gobierno de Canarias.

La lucha no es solo política. Esta semana se constituyó en La Matanza la Plataforma Salvemos Los Nateros, formada por 28 colectivos locales y numerosos vecinos. Laureano Febles, de la Asociación de Cosecheros de Castañas, se mostraba contundente en su rechazo y advertía: "Lucharemos hasta el final para que esto no se construya".

La oposición continúa organizándose y, como primera medida, ya se están tramitando centenares de alegaciones de particulares y colectivos contra el proyecto, en exposición pública hasta el próximo 19 de mayo.

El alcalde de La Matanza insiste en que este proyecto "no se va a hacer" y pide a REE que "tenga cordura y lo retire".

Ignacio Rodríguez considera que esta iniciativa "obedece a una decisión política arbitraria e injusta" y cree que "hay una mano, no sé si negra o blanca, que está detrás de todo".

Rodríguez espera que pronto se aclare "quién está detrás de la decisión de que el proyecto de la subestación eléctrica prevista en El Farrobillo, en Santa Úrsula, se haya cambiado por el de Los Nateros, una alternativa mucho más costosa -presupuestada en unos 7,2 millones de euros- y con un impacto medioambiental mucho mayor que el original".

"El Parlamento de Canarias aprobó en marzo de 2007 el Pecan 2006-2015, que planteaba la subestación eléctrica de Cuesta La Villa, en Santa Úrsula. En mayo de 2008 se traslada, según la planificación estatal de los sectores de la electricidad y el gas, a la zona de El Farrobillo, en la misma localidad", indica Rodríguez.

"En 2009 se producen protestas contra las instalaciones eléctricas en Santa Úrsula, pero el Gobierno de Canarias sigue contando con el proyecto de El Farrobillo -recuerda Rodríguez-. Todo cambia a partir de 2010, cuando CC de La Matanza plantea que la subestación se construya en la montaña de La Atalaya. A partir de entonces se empieza a hablar de instalarla aquí, aunque en los documentos sigue apareciendo el nombre de Farrobillo junto al de La Matanza".

La alcaldesa de Santa Úrsula, Milagros Pérez (PP), asegura que el proyecto de El Farrobillo se ha descartado por razones técnicas, debido a los accesos por carretera, pero el gobierno matancero considera que esta razón es "una tomadura de pelo" y afirma que el proyecto en Santa Úrsula reduciría el impacto ambiental en esa zona.

"El proyecto que en su día elaboró Endesa prevé la bunquerización de la subestación de la subida a La Corujera y la retirada de muchas torretas que ya están. La nueva subestación de El Farrobillo apenas necesitaría dos nuevas torres y permitiría retirar otras. Además, reduciría de forma notable el impacto, ya que la diferencia está en afectar a 200.000 metros cuadrados de terreno propiedad de entre 600 y 700 vecinos para llegar a Los Nateros o afectar a solo 12.000 metros que pertenecen a cinco o seis personas en El Farrobillo", afirma Rodríguez.