El grupo de gobierno del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz (CC-PP) aprobó ayer una ampliación del Plan de Ajuste que prevé ahorrar otros 986.000 euros en los últimos cinco meses del año. La propuesta, que salió adelante con la abstención del PSC y el voto en contra de IUC y VxP, prevé reducir un 5% los sueldos de los concejales y la asignación a grupos políticos a partir del 1 de agosto. Dos meses más tarde entrarán en vigor el grueso de los recortes, que incluyen una rebaja adicional del 10% en el gasto de personal del consistorio, aún pendiente de concretar y detallar.

El 1 de octubre se reducirá también un mínimo del 10% el coste del contrato de prestación de servicios de la empresa de jardines, y habrá una rebaja mínima del 30% en el contrato de prestación de servicio de recogida de basuras y limpieza viaria (Sufi Tarajal) y en los presupuestos del Organismo Autónomo Local (OAL) y el Museo Arqueológico. Además, se prevé otra reducción mínima del 20% en el coste de los servicios que presta Pamarsa al consistorio.

A este nuevo ajuste habrá que sumar el ahorro de casi 674.000 euros que generará la eliminación de la paga extra de Navidad. En total, el Consistorio portuense prevé ahorrar, en apenas cinco meses, algo más de 1,6 millones de euros.

La edil de Hacienda, Sandra Rodríguez (CC), aseguró que estas medidas se han tomado para "evitar la intervención del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz y salvaguardar los puestos de trabajo".

IUC y VxP criticaron al gobierno por hacer recaer de nuevo el peso de los recortes en el personal municipal. Vecinos por el Puerto planteó como alternativa al ajuste la eliminación de los nueve puestos de personal de confianza, la reducción del número de ediles liberados a cuatro, una rebaja salarial del 20% para los políticos, y la reducción del 50% en la asignación a los partidos.

El PSC solicitó al gobierno que los recortes planteados en el coste de los servicios de jardines y recogida de basuras "no mermen su calidad ni supongan la eliminación de puestos de trabajo". Además, reclamó que la reducción del 10% en el capítulo de gastos de personal se logre con medidas consensuadas con los trabajadores "y no mediante la imposición".

Tras el cambio de tendencia que se apuntaba en el último pleno ordinario, la sesión de ayer volvió a reincidir en los males habituales de la política portuenese: crispación innecesaria, debates interminables y continuas referencias al pasado.