Tacoronte espera recibir hoy la visita de más de diez mil personas con motivo de la celebración de la Octava del Cristo de los Dolores. Miles de devotos se acercarán al municipio durante la jornada, pero solo unas decenas lo harán a pie desde el Valle de Güímar. Se trata de los peregrinos guardianes de una tradición que, según la versión más aceptada tanto en Tacoronte como en Güímar, podría tener su origen en la promesa que realizaron tres soldados sureños durante la Guerra Civil Española.

Ángel Gómez, defensor y organizador durante años de esta peculiar peregrinación, recuerda que la devoción por el Cristo de Tacoronte "llegó a Güímar a principios del siglo XIX, de la mano de un tacorontero que se mudó a vivir al antiguo Güímar de Arriba. Desde entonces, muchos güimareros se trasladaban al Santuario del Cristo de los Dolores, primero en carretas y más tarde en camiones engalanados".

"Un tío mío, de nombre Baltasar Gómez, y otros dos amigos suyos, que se llamaban Gaspar y Cirilo, hicieron la promesa de que si volvían con vida de la Guerra Civil iban a hacer todos los años la peregrinación a pie. Creemos que este es el origen de la costumbre actual de peregrinar caminando, que habría comenzado a realizarse en los años 40 del siglo XX", detalla Gómez.

Desde entonces, otros güimareros se fueron sumando a una peregrinación de unos 30 kilómetros que en la actualidad parte del barrio de San Juan y llega a Tacoronte a través de Igueste de Candelaria, Barranco Hondo, La Esperanza y Agua García. Uno de los tramos de esta caminata se realiza por el sendero que usan, en sentido contrario, los peregrinos que acuden a la Basílica de la Virgen de Candelaria.

Gómez cree que la ruta de la promesa inicial era otra, "a través de El Chorrillo y Geneto", por lo que no descartan intentar recuperarla en el futuro.

Ayer por la noche, en torno a las 21:00 horas, un grupo de varias decenas de peregrinos se concentró en la Iglesia de San Pedro de Güímar para repetir la caminata hasta Tacoronte, donde fueron recibidos y agasajados a primera hora de la mañana de hoy por miembros de la Hermandad.

El acto central de la Octava del Cristo se celebra a mediodía, con el traslado del pendón de la ciudad desde las Casas Consistoriales hasta el Santuario del Cristo, donde a continuación tendrá lugar la ceremonia religiosa y la posterior procesión por el recorrido de costumbre. La gran novedad de este año será la histórica participación de un grupo de cargadores de Güímar en uno de los tramos. Esta decisión de la Hermandad del Cristo de los Dolores ha querido reconocer la devoción del municipio hermano del Sur.

El cuerpo de cargadores de la Hermandad del Cristo de Tacoronte, compuesto por hombres y mujeres, carga sobre sus hombros con la responsabilidad de sacar a la calle una delicada e inestable escultura -debido a la estrechez de su base- que llegó a la ciudad hace 351 años.

Difícil maniobra

El hermano mayor de la entidad, Sixto Adrián, destaca la dificultad de la maniobra de entrada y salida del templo, debido a la presencia de escalones. Desde varias semanas antes de las fiestas, los cargadores ensayan los movimientos acompasados para evitar sustos en un momento tan emotivo para los devotos del Cristo, que en ese momento abarrotan la plaza.

Antes de los actos religiosos tendrá lugar el hermanamiento institucional entre las ciudades de Tacoronte y Güímar. Será en un acto solemne que comenzará a las 11:00 horas en la plaza del Cristo. De esta forma se completará el acuerdo de ambas corporaciones municipales de realizar un acto que refrenda la confraternidad de los dos pueblos y su común devoción por el Cristo de los Dolores.