Cada 16 de agosto se vive en Garachico la romería, que renueva la ilusión por la fiesta y la devoción al santo de Montpelier; pero también se sabe que la celebración termina.

A las nueve de la mañana, en la ermita ubicada junto al nuevo puerto se celebra la misa de los peregrinos, en esta eucaristía se dan cita vecinos no solo de Garachico, sino llegados de toda la comarca. Una vez terminada la eucaristía la imagen del santo abogado de las enfermedades contagiosas es trasladada hasta la iglesia matriz de Santa Ana, donde se celebra la misa mayor. En este traslado los fieles devotos de san Roquito van entonando el himno al santo y algunas otras canciones compuestas por el músico local José Baute -autor también del popular "Viva san Roquito".

Aproximadamente a las 14.00 horas comienza la romería, desde las inmediaciones del antiguo muelle embarcadero hasta la ermita del santo. Veinticinco carretas tiradas por vacas y bueyes y once carros, además de un buen número de parrandas espontáneas y grupos folclóricos componen la comitiva religiosa. Las más céntricas calles del casco urbano municipal se convierten en una explosión de alegría de cantos y bailes populares y de degustación de las más típicas viandas elaboradas con productos de la comarca. La carne asada en las propias carretas y las lapas, tan típicas de esta zona de la isla, son ejemplos de ello. Buenos caldos para que todo quede remojado, la alegría contagiosa, junto a la hospitalidad, de los vecinos y vecinas de la Villa hacen que el visitante se sienta invitado a participar.

En esta edición la peña Los Vinagres cumple sus bodas de oro, 50 años participando, ininterrumpidamente, en cada edición de la romería.