Endesa pone a prueba en el norte de Tenerife una nueva tecnología para la revisión rápida de las redes eléctricas sin necesidad de realizar cortes en la tensión y sin riesgos para la seguridad de los trabajadores. Se trata de las aeronaves no tripuladas conocidas como drones que ya se están utilizando en diversos puntos del Norte para controlar el estado de la red y prevenir averías.

El director de Distribución de Endesa en Canarias, Javier Sánchez Paz, detalló ayer, durante una demostración del uso de estos aparatos en Los Realejos, que estos drones se han empezado a utilizar desde hace dos meses y que, únicamente en Los Realejos, "ya han permitido detectar y reparar dos averías incipientes".

Cada uno de estos drones va equipado con una cámara de alta definición, capaz de rotar 360 grados. Estos aparatos aéreos no tripulados son controlados por dos operadores. Uno se encarga de mantener la posición de la aeronave y el otro de controlar la videocámara. Como medida de seguridad incorporan un sistema que, en caso de pérdida de señal, les hace regresar al punto de partida.

Cada uno de estos aparatos, con seis rotores independientes, tiene un precio que ronda los 15.000 euros, aunque según indicó Sánchez, "su coste se rentabiliza con la predicción de dos o tres averías".

Los drones de Endesa agilizarán las inspecciones en detalle de elementos del cableado aéreo, especialmente en zonas de difícil acceso, ya que no hace falta programar un corte de suministro para que los técnicos accedan y examinen la infraestructura, lo que mejora la calidad y continuidad del servicio, al tiempo que aporta seguridad. Endesa valoró su aportación complementaria a las termografías que realizan los helicópteros, o para verificar la anchura de los pasillos de seguridad entre la vegetación.