Las hermanas María del Carmen y Pilar Hernández Brito, residentes en el Puerto de la Cruz, están desesperadas y ya no saben a quién acudir. En agosto de 2007 solicitaron una ayuda con cargo a la Ley de Dependencia para María del Carmen, nacida en 1949, encamada desde hace años y con diversos problemas de salud. Casi siete años después, esa ayuda pública sigue sin llegar y se sienten "ninguneadas y maltratadas por el Gobierno de Canarias".

Pilar Hernández no ha parado de reclamar durante años la ayuda a la que su hermana "tiene derecho". Ha presentado numerosos escritos ante la Consejería de Políticas Sociales del Gobierno de Canarias, a la que telefonea cada semana para conocer el estado de tramitación de esa ayuda. También ha presentado quejas al presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero (CC); la consejera de Políticas Sociales, Inés Rojas (CC); el Gobierno de España; la Defensora del Pueblo, o el Diputado del Común, "pero tampoco ha servido para nada".

Hace un año recibió respuesta a una queja que planteó ante la Casa Real, dirigida directamente al rey. Desde Zarzuela contestaron a Pilar que su demanda había sido "despachada con su Majestad" y remitida a la Consejería de Políticas Sociales del Gobierno canario. Ni la intervención real ha logrado que María del Carmen cobre su ayuda como dependiente.

Pilar y María conviven en un estudio de apenas 30 metros cuadrados, en la avenida de Venezuela del Puerto de la Cruz. Pilar es la única cuidadora de su hermana y la acompaña "prácticamente las 24 horas del día de los 365 días del año".

EL DÍA ha contado la historia de estas dos hermanas y su espera por la Ley de Dependencia en varias ocasiones. En diciembre de 2011, hace ya dos años y cuatro meses, María del Carmen pedía "un poco de humanidad" a los responsables de tramitar su ayuda como gran dependiente y lanzaba un reto dirigido a los dirigentes del Gobierno de Canarias: "Pediría a los políticos responsables que vengan solo un día a sufrir conmigo". Su demanda sigue sin escucharse. Y en agosto habrán pasado ya siete años desde que pidió ayuda.