Un grupo de vecinos de La Orotava inició en julio de 1986 una movilización para "salvar El Rincón" y evitar la urbanización del último reducto agrícola y natural del litoral del Valle. Aquel colectivo puso en marcha una iniciativa legislativa popular que hizo historia. Logró el apoyo de 35.000 ciudadanos y forzó al Parlamento de Canarias a dictar, en julio de 1992, una ley sin precedentes para proteger un pequeño paraje. Cinco años después, en 1997, se aprobó el Plan Especial de El Rincón. Desde entonces, parálisis. Foto fija durante años hasta que la retirada del alcalde villero, Isaac Valencia (CC), propicia un cambio de actitud política. Casi 28 años después del inicio de las protestas; casi 22 años después de la aprobación de la Ley 5/92, y cuando el plan especial cumple 17 años, las administraciones han dejado de mirar para otro lado y El Rincón empieza a salir del rincón.

El primer gran paso para desbloquear este proceso se dio el pasado miércoles, cuando se resucitó el Consorcio de El Rincón. Un ente clave creado para impulsar el plan especial, con representantes de las administraciones, propietarios de los terrenos, vecinos y ecologistas. No se reunía desde el 1 de junio de 2001.

Pero la historia de esta lucha ciudadana comenzó mucho antes. La ley que en 1992 se interpretó como un triunfo solo ha logrado impedir la urbanización del paraje, que ha sufrido el abandono del ayuntamiento, el Cabildo y el Gobierno de Canarias. El plan especial tardó cinco años en redactarse y, una vez consensuado, 17 años después no ha comenzado a aplicarse.

En las últimas décadas se han vivido momentos en los que parecía que El Rincón de la Ley 5/92 era posible. Hace 14 años incluso se llegó a hablar de partidas económicas para proyectos que no llegaron a ejecutarse.

El consejero de Política Territorial del Gobierno canario en julio de 2000, Tomás Van de Walle, anunció que el Plan Especial de El Rincón dispondría de 672.000 euros para mejorar las carreteras; crear redes de agua de riego, explotaciones agrarias y plantaciones de frutales; evitar el uso de productos químicos en la agricultura, y otorgar ayudas a la venta directa de los productos agrícolas. Tras el anuncio, no se hizo nada.

El portavoz del gobierno villero de entonces y de ahora, Juan Dóniz (CC), anunció en julio de 2001 que el Consorcio ya había encargado 19 obras del plan especial, valoradas en 1,66 millones de euros. Tampoco se ejecutaron nunca los proyectos de mejora de los accesos a las playas; ni la vía de circunvalación; ni se mejoraron los senderos; ni se construyeron nuevos servicios. Unos objetivos con plena vigencia en 2014.

Dóniz dijo en 2001 que el plan especial empezaba a tomar forma y que, por primera vez, se dejaba de hablar de intenciones y se comenzaba a concretar. Fue un comienzo sin final.

En marzo de 2002, Dóniz volvió a decir que el plan arrancaba con 450.000 euros para los primeros veinte proyectos, pero tampoco se hizo nada. En junio de ese mismo año, el Gobierno de Canarias anunció que invertiría 541.000 euros en la mejora de los accesos a las playas y el acondicionamiento del sendero de la costa. Aquel dinero tampoco llegó y, en junio de 2002, Dóniz abrazaba el pesimismo y decía que el consorcio estaba "muerto" y consideraba inviables las iniciativas agrícolas previstas, el hotel difuso, el campin y gran parte del resto de actuaciones del plan.

Hasta noviembre de 2004, El Rincón continuó en el olvido mediático, cuando el PSC-PSOE se quedó solo en el Parlamento de Canarias al defender una propuesta para exigir a las instituciones el cumplimiento de la Ley 5/1992 y el plan especial. Los años de parálisis se convirtieron en más de una década y muy pocas personas creían posible que se cumplieran los compromisos legales.

En las elecciones de 2011, el PSC-PSOE se comprometió a acabar con "más de veinte años de desidia con El Rincón" si lograba gobernar en el Ayuntamiento de La Orotava, el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias. Los socialistas cogobiernan Canarias y Tenerife, pero en dos años avanzaron poco, aunque sí propiciaron un acuerdo histórico en el Consistorio villero. Fue el 30 de abril de 2013, cuando CC, PP, PSC e IpO unieron sus votos, contra todo pronóstico, para aprobar una moción socialista para impulsar y desbloquear el Plan de El Rincón. Valencia también votó sí a lo que siempre dijo no.

La tendencia había comenzado a cambiar, pero el 30 de octubre de 2013 se produjo el gran punto de inflexión en la historia de El Rincón: la renuncia de Isaac Valencia (CC), el alcalde que nunca escondió su rechazo a la Ley de El Rincón. Los planes de Valencia para esta zona del Valle siempre fueron otros: "Un gran campo de golf, un hotel de cuatro estrellas, apartamentos para unas 2.000 personas, instalaciones deportivas y un paseo por todo el litoral, por la parte alta del acantilado. Una vía de circunvalación; un enlace hacia el Puerto de la Cruz; unas bajadas adecuadas para las playas; piscinas en los bajíos, y bares y restaurantes en los salientes de las playas".

El sueño incumplido de Valencia fue crear en el litoral de La Orotava "un complemento al Puerto de la Cruz, que toda aquella costa se pareciera a la Costa Azul o Biarritz". Para él, la Ley 5/92 siempre fue "una bajada de pantalones del Parlamento regional".

Desde que tomó posesión del cargo de alcalde, en noviembre de 2013, el sucesor de Valencia, Francisco Linares (CC), dejó claro que en su mandato vendrían nuevos tiempos para El Rincón. Su llegada a la Alcaldía convirtió El Rincón en "una prioridad" para el gobierno villero y, por contagio o simpatía, también para el Gobierno de Canarias y el Cabildo, gobernados por CC y PSOE.

En febrero de 2014, Nueva Canarias (NC) presentó una interpelación para que el Gobierno regional explicara si pensaba impulsar el plan. Días después, el presidente regional, Paulino Rivero (CC), se reunió con Francisco Linares, y ambos se comprometieron a convocar pronto el Consorcio.

A principios de abril, NC pide en la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio el apoyo del Parlamento canario a la reactivación del Consorcio. La propuesta se aprueba por unanimidad el 4 de abril de 2014. Se confirma el cambio de actitud política. Del rechazo parlamentario de 2004 a la unanimidad de 2014. Apenas un mes después de aquel pronunciamiento, el Consorcio se reúne en el Ayuntamiento de La Orotava, tras 13 años de inactividad.

El Consorcio de El Rincón se convoca el 14 de mayo de 2014 y en ese encuentro se acuerda divulgar el plan especial antes de iniciar su modificación, crear una comisión para actualizar los estatutos de la entidad, nombrar al exgerente de Urbanismo de Santa Cruz Eduardo Risueño nuevo secretario del ente, y priorizar las obras de mejora de los accesos a las playas y la vía de circunvalación del paraje.

Linares ya ha reconocido que El Rincón es "la gran asignatura pendiente desde hace décadas en este municipio", y aboga claramente por "prestarle más atención y mimo, e invertir allí". La primera obra importante en años se adjudicará en junio: la nueva escalera de la playa de Los Patos, presupuestada en 110.000 euros.

El Rincón ha recuperado la esperanza. Ha viajado años en el tiempo y vuelve a reanudarse la partida. Parece que, por fin, existe voluntad para empezar a mover las fichas.