Si usted lee estas líneas después de las 8:00 horas de hoy, la suerte de Antonio Méndez, de 78 años de edad, y Berta Ferreiro, de 79, estará echada. Muy temprano sabrán si han tenido que desalojar la que ha sido su casa durante 26 años o, por el contrario, el vecino que los denunció y que se ha quedado con su vivienda, Urbano Hernández, ha tenido un segundo e inesperado gesto de humanidad y ha pedido un nuevo aplazamiento del desalojo.

Puede que a Antonio y Berta los hayan echado hoy de su casa. Puede que la Justicia, cegada y atada por unas leyes que no prevén casos tan retorcidos como el de este matrimonio de ancianos, haya ejecutado una sentencia que fuera de los plazos legales de recurso se considera evidentemente injusta. Puede que estén en la calle, pero como gritaban ayer medio centenar de vecinos y amigos frente al Juzgado Número Cinco de La Laguna: "¡Antonio y Berta no están solos!".

Desde que su caso se hizo público en 2012, este matrimonio de mayores nunca ha estado solo. Siempre han tenido el respaldo de sus vecinos; de la Plataforma Yo También Vivo en el 102, con Cristian González al frente; de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, con Inma Évora siempre dispuesta a ayudar; de Sí se Puede, con Ángel Méndez Guanche a la cabeza, y de otros ediles como Carlos Medina (PSOE). Tras la equidistancia inicial, el Ayuntamiento de Tacoronte también ha terminado por volcarse, de forma unánime, con Antonio y Berta. Todos los partidos aprobaron recientemente una moción institucional por la que el consistorio se compromete a apoyarlos en todo lo que sea posible. Incluso en la búsqueda de un nuevo hogar junto a sus vecinos de la calle Ismael Domínguez.

Ayer, frente al Juzgado Número 5 de La Laguna, donde empezó y terminó la pesadilla judicial de estos ancianos, unas 50 personas, armadas con banderas negras y camisetas del 102, gritaron clamando "¡Justicia para Berta y Antonio!".

En el Juzgado, y también en Presidencia del Gobierno canario, se entregaron casi 19.000 firmas de apoyo a Antonio y Berta. Y una carta desesperada de los ancianos a la jueza del caso, a la que Inma Évora también pidió que reflexionara sobre las consecuencias de sus actos. Y también se lo pidió a Urbano y a su abogado, al que reclamó "un poco de ética profesional".

Cristián González también recordó una de las grandes claves de este caso rocambolesco: "Ellos no han tenido la culpa de ser tan mal defendidos". Y añadió: "Para sentencias injustas deberían existir soluciones extraordinarias".

A Berta la indignación le podía. A Antonio, los nervios y la tristeza apenas le dejaron articular palabra frente a los medios. Sí se acordó de Urbano Hernández, el hombre que los denunció apoyado en una falsedad y ahora es dueño de su casa: "¿Cómo puede decir que esto nos lo hemos buscado nosotros?".

Preparativos del ayuntamiento

El alcalde de Tacoronte, Álvaro Dávila (CC), aseguró ayer que el ayuntamiento tiene previsto un amplio dispositivo de personal para atender a Antonio y Berta en el caso de que sean finalmente desalojados. Según el mandatario nacionalista, "prácticamente todo el personal de los Servicios Sociales Municipales estará presente en la zona en la hora prevista para el lanzamiento. Todas las trabajadoras sociales, menos una que quedará de guardia en el ayuntamiento, el psicólogo, la abogada... Dávila se mostraba ayer muy pesimista respecto a una posible anulación de última hora del desalojo y mostró su confianza en que "si se produce, se hará de forma pacífica". El consistorio ha ofrecido a Antonio y Berta alojamiento en alguna casa cercana a su vivienda, en la calle Ismael Domínguez.

las claves

Urbano Hernández es la única persona que podría parar hoy, de forma legal, el desalojo de Antonio y Berta. Hasta última hora se trató de negociar con su abogado al menos un nuevo aplazamiento de un año.

Los enseres de Antonio y Berta se han ido retirando del 102 de Ismael Domínguez en los últimos días. Su casa estaba anoche prácticamente vacía, ya que si se produce el lanzamiento, todo lo que quede dentro de la vivienda se considerará abandonado.

Una vecina de Antonio y Berta les ha prestado un garaje donde han almacenado sus pertenencias a la espera de saber dónde podrán instalarse a partir de hoy.

El Ayuntamiento de Tacoronte, a través de los Servicios Sociales, ha buscado una casa en la que alojar a Antonio y Berta, muy cerca del 102 y de sus vecinos de siempre.

El lanzamiento o desalojo de Antonio y Berta está fijado para las 8:00 horas de hoy. Y la concentración contra esta medida se ha autorizado a partir de los números 67 y 108 de la calle Ismael Domínguez. A 50 y 150 metros de la casa del matrimonio.

La noche de vigilia por Antonio y Berta no se limitó a la acampada en la plaza de La Estación, ya que amigos, vecinos y medios de comunicación acompañaron al matrimonio en la que pudo ser su última noche en casa tras una década de litigio con el vecino.