La Hermandad del Santísimo Cristo de los Dolores de Tacoronte estrena en estas fiestas el Reglamento para los Cargadores, un documento aprobado por la Vicaría General del Obispado de Tenerife que marca las pautas de comportamiento que deben seguir los encargados de llevar sobre sus hombros la emblemática imagen del Cristo tacorontero. Entre sus 17 artículos hay obligaciones añejas, como "guardar un respetuoso silencio durante la procesión" (artículo once), y otras adaptadas a los tiempos actuales, como el artículo doce, que recuerda a los cargadores que "es obligatorio tener los móviles apagados, tanto en el templo como durante la procesión".

El reglamento señala que pueden ser cargadores "todos los hermanos de la hermandad y otros fieles, mayores de edad, que lo soliciten, siempre que cumplan este reglamento y las normas de dignidad y decoro que requiere la procesión" (artículo uno).

Lo que sí deja claro el documento, en su artículo tres, es el vestuario necesario para poder participar en las procesiones: zapatos, calcetines, pantalón y corbata de color negro; camisa blanca, y la chaqueta granate de cargador. Eso sí, el artículo cuatro permite ir descalzos a los cargadores que hayan hecho promesa.

El artículo seis establece las seis órdenes que deben atender los cargadores: ¡Atentos!; a los hombros ¡ya!; a los brazos ¡ya!; a las manos ¡ya!; paramos ¡ya!; seguimos ¡ya!, y atentos a la orden de giro ¡ya!

El hermano mayor -hermana mayor en el caso de esta hermandad- o la persona en quien delegue será el encargado de asignar el puesto de los cargadores en los varales y de ordenar los relevos correspondientes. En la actualidad, el coordinador de cargadores es Sixto Adrián.

El artículo 14 fija los cinco descansos oficiales en las procesiones del Cristo: delante de la puerta del ayuntamiento, en la escalera lateral del Santuario, en los cruces de las calles San Agustín y Sebastián Machado con la carretera Tacoronte-Tejina, y en la esquina Noroeste de la plaza.

Para la Hermandad del Cristo, la aprobación de este reglamento ayuda a mantener viva una tradición que está en manos de 65 cargadores, la mayoría de Tacoronte, pero cuentan también con cargadores de Güímar, Arafo, Candelaria, La Laguna, El Sauzal, La Victoria, Santa Úrsula y La Orotava. También hay un cargador que viene desde Gran Canaria y otro, Federico Martín Bello, que regresa cada septiembre a Tacoronte desde Australia para cargar al Cristo.

La hermana mayor, María Elena García, y el maestro de ceremonias, Antonio Figueroa, detallan que los momentos más complicados para los cargadores son siempre la bajada del altar al pasillo y la salida y entrada por las escaleras del santuario. El paso por las escaleras es un momento tan complicado que el artículo diez del reglamento señala textualmente: "En el momento de las maniobras de salida y entrada del santuario queda totalmente prohibido hablar entre los cargadores".

Ayer se celebró la primera procesión del Cristo en esta edición de las fiestas y hoy está prevista la segunda, tras la misa de las 12:00.

El apoyo del ayuntamiento

La Hermandad del Cristo de los Dolores de Tacoronte agradece el apoyo que el ayuntamiento presta a la entidad y subraya que el actual alcalde, Álvaro Dávila (CC), ha sido "de los que más nos han ayudado", según destaca la hermana mayor, María Elena García. El consistorio ha colaborado este año en la renovación del dosel del Cristo (en la imagen un detalle del nuevo y el viejo), y en ediciones anteriores de las fiestas ha colaborado en la compra de las chaquetas de los cargadores, la hornacina del Cristo o la ampliación de los varales, lo que permitió pasar de 12 a 18 cargadores. El consistorio también ha cedido a la entidad un espacio en la Casa de la Cultura. Dávila agradece a su vez el trabajo de la hermandad, "sin el que la procesión del Cristo no podría tener la brillantez que tiene". Para el alcalde tacorontero, las procesiones del Cristo son "actos religiosos, pero también culturales, y la hermandad ayuda a que tengan una mayor vistosidad y empaque".