El vecino que se hizo con la propiedad de la casa de Antonio y Berta en el 102 de Ismael Domínguez, en Tacoronte, tras un largo y discutido proceso judicial, Urbano Hernández, ha ofrecido a EL DÍA sus primeras y escuetas declaraciones tras el desalojo. El propietario del 104 y el 102 insiste en que la justicia le ha dado la razón y se pregunta, a pesar de las críticas de sus vecinos en la calle y en las redes sociales -donde circulan fotos suyas-, "¿por qué voy a tener miedo? Yo no he robado ni he matado a nadie". A continuación se transcribe la breve conversación que este periódico mantuvo ayer con Urbano.

¿Cómo se encuentra después del desalojo de Antonio y Berta?

Bien, más o menos.

¿Ha sufrido amenazas o daños en sus propiedades?

Me han roto los cristales de mi casa y me han echado todo eso ahí en la fachada...

¿La gente le increpa por la calle?

Bueno... la gente... la gente en su sitio y yo en el mío.

¿No tiene miedo?

¿Por qué voy a tener miedo yo? ¿Por qué voy a tener miedo? Yo no he robado ni he matado a nadie. Lo que ha pasado lo han dicho los tribunales, amigo. Nada más. No tengo más que decir.

¿Ha pensado qué va a hacer con la vivienda del 102?

No tengo nada más que decirle ya. ¿Usted me entiende?

Una última cuestión, ¿usted estaría dispuesto a negociar para alquilar la vivienda a Antonio y Berta?

Yo no tengo más nada que decir, ya se lo dije. Eso han sido los tribunales.

¿Pero alquilaría la vivienda?

De eso no le puedo decir nada. No me interrogue más porque no le puedo decir más nada.