María del Carmen Hernández Brito, una vecina del Puerto de la Cruz con diversos problemas de salud que merman de forma grave su movilidad, ha empezado a cobrar recientemente una ayuda con cargo a la Ley de Dependencia que solicitó hace siete años. Su hermana Pilar ha sido la encargada de luchar durante siete largos años para que esta ayuda económica llegara y, según aseguró ayer a EL DÍA, está convencida de que han podido cobrar "gracias a la intervención de la Casa Real".

Pilar Hernández Brito no ha parado de llamar y escribir a todas las administraciones públicas para lograr la ayuda a la que su hermana tiene derecho. Durante años se han sentido "ninguneadas y maltratadas" por el Gobierno canario, pero no han parado de reclamar. Llamadas semanales a la Consejería regional de Políticas Sociales, y quejas por escrito al presidente de Canarias, Paulino Rivero (CC); la consejera de Políticas Sociales, Inés Rojas (CC); el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy (PP); la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril; el Diputado del Común, Jerónimo Saavedra, o el rey de España hasta junio de 2014, Juan Carlos I.

En abril de 2013 recibió una carta de respuesta de la Casa Real a su queja, donde se indicaba que su demanda había sido "despachada con su Majestad y remitida a la Consejería de Políticas Sociales del Gobierno canario". A la vista de que esta gestión tampoco dio los frutos esperados, volvieron a escribir a la Casa Real y, según Pilar, "se hicieron gestiones antes de la abdicación de Juan Carlos I y por fin nos han concedido la ayuda".

El mayor temor de Pilar es que su hermana falleciera sin llegar a cobrar la ayuda de la Ley de Dependencia, como ya le ocurrió a su madre. Sin embargo, la alegría no es completa, ya que lamenta que la cuantía de la ayuda de su hermana se haya calculado con el nuevo baremo, "y no con el que le correspondía cuando se le reconoció", o que los atrasos que le deben se los vayan a pagar "de forma prorrateada cuatro años".