La asociación de vecinos Rambla mantiene la misma junta directiva desde el año 2001 para poder continuar el proceso judicial que se puso en marcha por el polémico cambio de capitalidad de San Juan de la Rambla. Trece años después, se ha superado la peor época de "abandono y división", pero en la zona baja de este municipio ahora gobernado desde San José se lamenta que la zona haya perdido la piscina de Las Aguas desde el verano de 2010; que también se perdiera el ilusionante proyecto de la nueva playa, una inversión de casi 5 millones de euros anunciada en 2006; el eterno retraso del espacio escénico del centro cultural Tabaiba, en obras desde hace más de 15 años, o que nunca se construyeran el centenar de viviendas sociales previstas junto a La Cooperativa.

El secretario de esta asociación, Baudilio Abreu, recuerda que el cambio de capitalidad les cogió "de lleno" y que la directiva no ha podido renovarse porque están personados en un proceso que llegó hasta el Tribunal Constitucional. "Aquella sentencia reconoció que se había hecho una chapuza y retrotrajo todo el proceso de nuevo al primer juzgado, pero un cambio legal nos impide ahora promover que la capitalidad vuelva al casco", señala Abreu.

Atrás han quedado los años más duros en el pueblo, "durante los que teníamos que ir a San José para poder hacer cualquier trámite, a pesar de que el servicio de guaguas es limitadísimo, apenas tres frecuencias en todo el día: a las 7:00, a las 13:00 y a las 17:00. Eso en un pueblo donde solo hay un taxista", recalca el dirigente vecinal.

En la actualidad, la situación ha mejorado. Por ejemplo, el trabajador social ya viene al casco y antes la gente con graves problemas económicos y sociales tenía que subir a San José.

A juicio de Abreu, "se están retomando obras que llevaban paralizadas más de 15 años, como el Centro Cultural Tabaiba, y parece que en el ayuntamiento están más receptivos con esta zona del municipio".

La obra del Centro Cultural Tabaiba, el particular Escorial de este municipio, debería concluir a finales de este año. Si se cumple ese objetivo, el casco ramblero contará con un espacio para actos culturales y conciertos. Tras años de espera, la banda de música, la coral y los dos grupos de teatro del casco tendrán un lugar donde ensayar y actuar. La banda, por ejemplo, podrá dejar de celebrar todos sus conciertos al aire libre, en la plaza de la iglesia.

Los vecinos de la zona baja del municipio lamentan que se haya perdido el proyecto de la nueva playa de Las Aguas y que esa desilusión haya coincidido también con el cierre y abandono de la piscina.

Este colectivo vecinal tampoco respalda el cambio de ubicación de la oficina de Correos, que se quiere mudar al antiguo ayuntamiento. En su opinión, "no se debe ocupar unos locales públicos para este uso".

También lamentan que la Casa de los Pérez no termine de restaurarse, a pesar de que pronto caducará el contrato de cesión del inmueble al municipio por un periodo de veinte años. "Debía ser un centro cultural, pero tampoco se ha terminado nunca", lamenta Abreu.

Abreu reconoce que los vecinos sí se alegran de la paralización del proyecto de la depuradora comarcal, "que se pensaba instalar en la única zona de expansión del casco, donde se iban a construir las viviendas sociales".

Una de las grandes carencias de San Juan de la Rambla es que no hay comercios, apenas un supermercado. Ni siquiera existe una tienda de barrio. Sí existen colegio, farmacia, centro de salud, bancos, polideportivo, parque infantil, plaza, iglesia, administración de loterías...

En el pequeño núcleo de La rambla sufren la estrechez de la vía de acceso y la peligrosidad de la conexión con la TF-5. Además, la erosión y debilidad del acantilado donde se asientan muchas casas supone un riesgo y un quebradero de cabeza para sus habitantes.

la radiografía

Ubicación. Entre La Guancha y Los Realejos, bajo el risco del Mazapé, se ubican La Rambla, Las Aguas y el casco histórico de San Juan de la Rambla.

Origen. El casco de San Juan comenzó a poblarse en el siglo XVI, aunque antes la zona fue un asentamiento aborigen.

Población. En el casco ramblero viven todo el año unas 500 personas, aunque hay muchas más censadas, que tienen su residencia habitual en otros municipios. En Las Aguas viven unas 400 personas y en La Rambla apenas 75.

Fiestas. En junio se celebra la fiesta de San Juan, "hecha por los vecinos sin demasiado apoyo municipal, que se limita a aportar 1.800 euros y el escenario". Las Aguas celebra semanas después las fiestas de San Pedro y La Cruz. En octubre, La Rambla honra a Nuestra Señora del Rosario.