La Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias anunció ayer que da por erradicado en la Isla de Tenerife al murciélago frugívoro egipcio (Su nombre científico es rousettus aegyptiacus), una especie introducida de forma accidental que se considera peligrosa para la salud de las personas por ser transmisora de graves enfermedades y también dañina para los cultivos y la fauna local. El Gobierno canario da por erradicada esta especie después de que en las labores de campo realizadas este año no se detectara ningún ejemplar.

La primera campaña de erradicación comenzó en el año 2002 por encargo del Cabildo de Tenerife. A partir de ese año se han ido haciendo prospecciones periódicas hasta ahora, momento en que la Viceconsejería de Medio Ambiente se ha considerado que la Isla está fuera de peligro. No obstante, en el año 2019 se realizarán nuevas acciones de detección "como medida de seguridad".

Este murciélago está incluído en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, por lo que la posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus restos son actividades consideradas delito.

El Gobierno de Canarias señaló ayer en un comunicado que la introducción de este murciélago en el medio natural de la Isla "se produjo, probablemente, a partir de escapes de ejemplares cautivos en parques zoológicos y se asilvestró con gran facilidad, especialmente en el Norte de la Isla, extendiéndose desde Punta Brava, en el Puerto de la Cruz, hasta el barranco del Dornajo, en Los Realejos. En el Sur solo fue detectado en Arona".

El rousettus aegyptiacus se alimenta de frutos, por lo que su expansión podría haber ocasionado perjuicios en la agricultura. Su expansión, además, podría haber desplazado a los murciélagos nativos de sus lugares de refugio y provocado su extinción.