La Fundación Proyecto Don Bosco, con sede en el colegio salesiano San Isidro de La Orotava, espera atender a 650 niños y jóvenes de Tenerife en el año 2015. Como cada Navidad, esta entidad solidaria acaba de iniciar una campaña para captar apoyo y colaboradores que les permitan continuar con la labor de ayuda a niños y jóvenes que inició Juan Bosco.

El director territorial de la Fundación Proyecto Don Bosco en Tenerife, Miguel Ángel Rojas, subraya que 2015 será un año especial, "por celebrarse el 200 aniversario del nacimiento de Don Bosco", y porque la fundación salesiana "está más fuerte que nunca y tiene más proyectos que nunca en la Isla".

Pese a la apuesta por crecer, que les llevará a contar con más de 50 trabajadores, Rojas reconoce que "toda la ayuda que llegue siempre será insuficiente".

Bajo el lema, "con tu ayuda hacemos aún más", la fundación busca personas, empresas y entidades solidarias que puedan aportar ayuda económica o en especie para mantener sus tres hogares para mayores de 18 años; los hogares que acogen a unos 40 niños en desamparo; seis servicios de día para menores, y nuevos proyectos de empleo, en colaboración con el Cabildo de Tenerife, en municipios como La Orotava, Los Realejos o Puerto de la Cruz.

Para que esta fundación siga ofreciendo "un techo y formación, con un ambiente en familia", las personas interesadas en colaborar pueden contactar con el 922626638, ingresar donativos en la cuenta de la entidad en La Caixa (2100 6933 53 22001 10877) o contactar con Antonio Expósito, en el colegio salesiano de La Orotava, o con Juan Carlos Macías, en el centro salesiano de La Cuesta. También se aceptan bonos de transporte, alimentos o prestación de servicios.

La experiencia que San Juan Bosco tuvo con los jóvenes en Turín (Italia) es el criterio permanente de actuación en todas las obras de los salesianos. "Hace más de 150 años, Don Bosco recorría las calles de la ciudad italiana y observaba la realidad de los jóvenes que provenían de la inmigración rural, en busca de su primer empleo. Eran huérfanos o abandonados por sus padres, que no podían o no sabían hacerse cargo de ellos. Estaban en situación de riesgo y necesitaban ayuda", recuerda la Fundación.

Don Bosco les daba educación, formación, hogar y consuelo. Comprendió que debía ofrecer a aquellos jóvenes un lugar de acogida y una propuesta educativa que favoreciera su promoción humana y su dignidad. Hoy la Fundación Proyecto Don Bosco continúa su ejemplo con la ayuda de numerosos colaboradores y ya se plantea dar el salto a la vecina isla de Gran Canaria.