El Teide presentaba ayer esa fantástica imagen esperada cada invierno por los tinerfeños y admirada por los visitantes, cuando un manto blanco domina todo el paisaje después de intensas nevadas. Una postal bucólica que tiene, sin embargo, otras traducciones más mundanas e incómodas. Así, la carretera TF-24 de acceso al Parque Nacional por La Esperanza tuvo que ser cortada al tráfico a la altura del kilómetro 24 debido a la presencia de hielo en la calzada, informaron fuentes del Cabildo. Por este motivo, la corporación insular aconsejaba precaución al circular por el resto de la vía. El resto de accesos al Teide permanecían abiertos la tarde de ayer. Al lugar del corte se desplazaron operarios del servicio de carreteras para intentar proceder a la reapertura lo antes posible.