Palo Blanco es un barrio de las medianías de Los Realejos, pero con sus 2.850 habitantes tiene más población que municipios como El Tanque o Vilaflor. Más cerca de la corona forestal que del casco urbano, este núcleo de honda tradición agrícola y ganadera tiene un amplio listado de pequeñas y grandes demandas como una marquesina para los escolares que esperan la guagua, más ayudas para el sector primario, un Punto de Información y Atención al Ciudadano (PIAC), más presencia policial, más alumbrado, charlas para prevenir las drogodependencias o la mejora de la carretera de acceso.

EL DÍA conversó recientemente con la presidenta de la Asociación de Vecinos El Álamo, Lorena Quintero; el vicepresidente, Isidro Hernández; el tesorero, Juan Jesús Farráis, y el vocal Carmelo Rodríguez, quienes también quisieron destacar el trabajo de la secretaria de la asociación, Isabel Rodríguez. Entre todos explicaron a este periódico cuáles son las principales demandas y necesidades de un barrio muy castigado por el paro.

Para combatir el desempleo, consideran que hace falta dar más facilidades y apoyo a la agricultura y la ganadería. Y que se desarrolle algún proyecto de formación y empleo en una gran finca del Cabildo de Tenerife, ubicada en la zona de El Cercado, que en la actualidad está "prácticamente abandonada".

Reclaman alumbrado en la carretera de La Furnia; un proyecto de mejora integral de la carretera de acceso al barrio, que la dote de arcenes y una mejor iluminación, "al estilo de lo que se ha hecho en La Orotava con la TF-21", y vallas de seguridad en vías como la subida de Placeres, "que transcurre junto al barranco, donde hay unas fugas enormes".

Entre las pequeñas cosas, que cuestan poco dinero, pero consideran prioritarias, la asociación de vecinos destaca la construcción de una marquesina junto al CEIP Palo Blanco, "para que los niños no tengan que esperar la guagua bajo la lluvia"; que el colegio "encienda la calefacción para que los alumnos no pasen tanto frío", o que se ponga en uso el aula de informática, con 16 ordenadores, que está "montada, cerrada con llave y sin estrenar desde 2009".

El barrio no es un lugar inseguro, pero los vecinos echan de menos más presencia policial, "sobre todo en la época en la que se recogen las papas bonitas". La Policía Nacional apenas se ve ha visto por el barrio en años, y la local "solo pasa de vez en cuando".

El Centro Sociocultural de Palo Blanco se inauguró hace seis años, pero tiene graves problemas de goteras y humedades. El consultorio médico también necesita una reforma.

Además, piden que se mejore la zona recreativa de Chanajiga; una cripta "en condiciones"; un parque infantil para Lomo de la Viuda; el regreso del anterior sistema de guardias en las farmacias, "para que no nos obliguen a acudir a La Orotava de madrugada a comprar un medicamento"; un PIAC municipal como el que existe en San Agustín; un teléfono público para la zona alta; que la pediatra acuda al barrio más de dos días a la semana; que se amplíe el horario del consultorio médico a alguna tarde, o que retiren la señal de tráfico que dice que se acaba Palo Blanco "a mitad del barrio".