En el núcleo silense de Tierra del Trigo hay carencias y necesidades, pero basta hablar un rato con sus habitantes para descubrir que valoran más la calidad de vida, la tranquilidad y la familiaridad que cualquiera de los servicios o infraestructuras que les faltan.

EL DÍA conversó con habitantes de este barrio, donde nunca han tenido asociación de vecinos, pese a que su vida comunitaria es bastante más activa que en otros lugares con mucha más población. Entre las demandas más repetidas destacan la creación de un parque infantil más grande que el actual en parte del aparcamiento de tierra del barrio; la mejora y techado del pequeño polideportivo, "que sería un sueño y una gran mejora para los niños del colegio, que tendrían donde jugar en los días de lluvia"; un pequeño consultorio médico para que se pase consulta al menos una vez a la semana; más frecuencia de guaguas, ya que solo hay dos viajes al día de lunes a viernes, y más actividades para los jóvenes, que lamentan no tener un lugar donde reunirse.

Además, los vecinos echan en falta algún sistema para alumbrar las dos vías de acceso, "aunque sea mediante pequeñas luces que ayuden a distinguir el trazado de por la noche o con niebla"; la mejora del obitorio; un teléfono público en la plaza, y más actividades municipales en el barrio. Los vecinos se han organizado entre ellos para poder disfrutar, por ejemplo, de clases de zumba.

El 11 de febrero, este barrio celebra el día de la Virgen de Lourdes, aunque la fiesta se ha trasladado al primer fin de semana de agosto para poder disfrutar del buen tiempo. Los vecinos son, en general, bastante noveleros y, si hay alguna excusa, no dudan en organizar una fiesta. En noviembre corrieron los cacharros y ayer celebraron su particular carnaval de día, con un mini coso y el entierro y la quema del cochino. Un motivo más acorde a la realidad de la zona que una sardina.

Pese a que en la Tierra del Trigo ya prácticamente nadie cultiva el cereal que le dio nombre, la zona sigue siendo un importante reducto agrícola, ahora especializado en las viñas, que producen un apreciado tinto, y las papas.

Tierra del Trigo no es un enclave turístico, pero sí recibe a numerosos visitantes que se acercan a la zona para disfrutar de los senderos o de la famosa carne de cabra del restaurante La Ermita, acompañada por el vino y el licor de ruda de Máximo Rodríguez y familia. También funciona el Hotel Rural Finca La Hacienda y algunas casas rurales.

Aunque existen paneles informativos, algunos vecinos consideran que sería positivo que "al menos durante los fines de semana" se abriera en horario de mañana un pequeño puesto para informar a los senderistas de las rutas que pueden seguir. Contar con una guagua los sábados y domingos también sería un avance.

En este núcleo a mitad de camino entre los cascos de El Tanque y Los Silos los residentes destacan la unión y colaboración vecinal. "Ustedes no saben lo bien que se vive aquí. Este pueblo llama. Mucha gente se va para trabajar fuera, pero muchos terminan volviendo porque esto es un paraíso", sentencia una vecina orgullosa de su Tierra del Trigo. Y todas las que están a su lado asienten.

LA RADIOGRAFÍA

Nombre y situación

Tierra del Trigo se ubica en la zona alta del municipio de Los Silos, en un pequeño valle a unos 500 metros sobre el nivel del mar, ubicado en la parte alta de los imponentes acantilados de Interián. Este núcleo debe su nombre a que fue una importante zona de cultivo de trigo y cereales, ahora prácticamente desaparecido. Los cultivos más importantes en la actualidad son la viña y las papas.

Población

Según los datos del INE, Tierra del Trigo tenía 326 habitantes en el año 2014, lo que supone una reducción de 30 vecinos respecto a 2000.

Servicios y Asociación

Hay colegio de Infantil y Primaria, polideportivo, plaza, parque infantil, centro de usos múltiples, centro cultural, obitorio, ludoteca, ermita, guagua, supermercado, restaurante, la bodega El Natero, bodegas tradicionales, taller de chapa y pintura, y una constructora. Además, hay Ampa, grupo folclórico, hermandad, colectivo juvenil, grupo parroquial y banda de cornetas y tambores.

Máximo Rodríguez

Regenta desde 1992 el bar restaurante La Ermita, el único que queda abierto en Tierra del Trigo. Su negocio es famoso por la carne de cabra, el vino de cosecha propia y el licor casero de ruda.