El alcalde de Buenavista del Norte, Antonio González Fortes (Sí se Puede), reconoce que la vigilancia de las actividades ilegales en el barranco de Masca, como la venta de bebidas y pasajes de barco, "es muy complicada", y apuesta por "establecer una regulación, de una vez por todas, para que esa zona empiece a generar actividad económica legal".

El mandatario buenavistero tiene conocimiento de las quejas de visitantes del barranco de Masca que critican la instalación de varios puestos, junto a la costa, donde se venden bebidas y pasajes para desplazarse en barco. "Se trata de una zona de difícil acceso -a la que solos e puede llegar en barco o tras una caminata de 4,5 kilómetros-, por lo que no podemos contar con vigilancia permanente. Pero cada vez que va la Policía Local obliga a levantar los puestos que encuentra instalados", señala Fortes.

"Tanto el Parque Rural de Teno como Costas tienen conocimiento de la situación, porque el ayuntamiento en solitario no se puede encargar de regular los usos y las actividades allí", añade.

El Ayuntamiento de Buenavista también reclama la firma de un convenio para regular el uso del embarcadero de la playa de Masca, que continúa cerrada por riesgo de desprendimientos.

"Allí tenemos un problema que se debe solucionar. Hay que controlar el flujo de visitantes, evitar usos inadecuados y regular también la utilización del embarcadero, que es el punto de salida de la inmensa mayoría de las personas que recorren el barranco", subraya.

Sin embargo, el alcalde reconoce que aplicar en Masca un modelo similar al del barranco del Infierno sería "muy complicado, puesto que en Masca el barranco está ligado a un pueblo y a unos usos tradicionales que deben respetarse. Se está haciendo un trabajo, que va más lento de lo deseado, para escuchar a los vecinos y encontrar una solución consensuada".

Visitantes del barranco han hecho llegar a EL DÍA su sorpresa ante "el desmadre que se arma allí con la venta de bebidas y la cantidad de gente que se reúne".