La obra de reforma del paseo de San Telmo, en el Puerto de la Cruz, parece abonada a la polémica de principio a fin. Cuando los trabajos afrontan su recta final, surge un nuevo lío por el posible impacto de la rampa para salvar las escaleras sobre los escaparates de una joyería que lleva 21 años en la esquina de San Telmo y la calle Sargento Cáceres. El propietario del negocio, Mohan Choitram, considera que el proyecto de la rampa –que fue anunciada, descartada y finalmente recuperada– enterraría nueve de los doce metros de escaparates que tiene su negocio y lo aislaría del paseo de San Telmo. El edil de Urbanismo, Sebastián Ledesma (PP), no comparte esta visión y asegura que el desnivel existente no permite otra alternativa.

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