La bióloga Juana María González Mancebo, profesora titular del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de La Laguna (ULL), alertó durante las XVIII Jornadas de Formación Telesforo Bravo, celebradas en La Orotava, de que los conejos acabarán con la retama del Teide en un plazo de "20 o 30 años", si no se toman medidas para reducir su población.

En su conferencia titulada "El conejo europeo, un intruso ingeniero del paisaje del Parque Nacional del Teide", esta experta hizo un repaso del historial de daños causados por la introducción del conejo europeo en Australia y varias islas oceánicas.

González Mancebo destacó el poder destructor y transformador del conejo, que aparte de ser un voraz consumidor de plantas es "capaz de cambiar la composición química del suelo con sus deposiciones".

En el año 2006, un equipo de científicos checos alertó de que la población de retama del Teide estaba descendiendo. Ese estudio animó a la ULL, el Parque Nacional del Teide y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a profundizar en una afirmación que, a simple vista, resulta difícil de apreciar.

Esta investigación ha revelado una clave "muy preocupante": la población de retamas en las cumbres de Tenerife parece saludable, pero los conejos están acabando con las nuevas retamas, por lo que no se produce la necesaria renovación. Esos científicos advierten de que si no se toman medidas para evitar que los conejos impidan el crecimiento de las nuevas retamas, cuando mueran las plantas que ahora tienen un porte considerable, la especie puede desaparecer.

En el Parque Nacional hay ahora "mucha retama vieja y muy poca retama joven". Según destacó Mancebo, "el asunto es gravísimo" y requiere medidas urgentes para reducir la población de conejos, "que en algunas zonas del parque es de siete a diez por hectárea, y solo uno es ya incompatible con la conservación".

Según este estudio, "el conejo europeo es responsable de la transformación del paisaje de la alta montaña en Tenerife. Y el aumento de la presencia de rosalillos y la disminución de las retamas es solo la punta del iceberg". Otras especies únicas, como la violeta del Teide o el cardo de plata, "también podrían desaparecer por culpa del conejo".

Antonio Porras: "Es un disparate"

El presidente de la Federación de Gestión Cinegética de Tenerife, Antonio Porras, considera que "decir que el conejo acabará con las retamas es un disparate", y sostiene que "esta conclusión y otras parecidas siempre vienen de un grupo de biólogos contrarios a la caza, a los que ya conocemos". Porras subraya que "el conejo lleva más de 500 años en Tenerife y la retama no ha desaparecido. Es más, en otras épocas fue mucho más abundante que ahora, también en la cumbre, donde se podían realizar cacerías de 30, 40 o 50 conejos en un día". Este representante de los 6.500 cazadores tinerfeños sostiene que "la población de conejos ha mermado muchísimo y por eso dejamos de cazarlos con escopeta hace ya cuatro años".