Lope Afonso nació el 3 de agosto de 1979 en el Puerto de la Cruz y el pasado 13 de junio de 2015 cumplió un sueño: convertirse en alcalde de su ciudad natal. Abogado y socio cofundador del Bufete RGA, está afiliado a las Nuevas Generaciones del PP desde 1998 y en las juventudes populares ha ocupado cargos de secretario general local, insular y regional. Supo esperar su momento, incluso apartarse de la vida política cuando tuvo discrepancias con la dirección local del PP. Ahora asume el reto de ser el primer alcalde portuense de su partido, con varios proyectos históricos empantanados, como el nuevo puerto, un anhelo que espera que comience a sustanciarse en 2016.

¿Ha cumplido un sueño?

Se podría decir así... Ser alcalde del Puerto es un honor inmenso, de los mayores que se puede tener en política. Por eso cuando surgió la posibilidad real, sentí un cosquilleo en el estómago. Ser alcalde del Puerto era algo que, no hace mucho, parecía inalcanzable.

¿Qué fue lo primero que se le vino a la cabeza cuando fue proclamado alcalde portuense?

Muchas emociones, que intenté contener... pero estuvo muy presente mi padre, que tuvo una gran ascendencia sobre mí y fue quien me interesó por la política siendo un adolescente. Por él empecé a militar en el PP. Y sé que si hubiera podido estar presente, la emoción le hubiera desbordado. Era una de sus mayores ilusiones.

Usted es familia de Paco Afonso, el más recordado y querido alcalde socialista del Puerto, ¿qué vinculo les unía?

Somos primos segundos. Paco Afonso era primo hermano de mi padre y también de mi madre. Tenía una vinculación estrecha con la familia, a pesar de tener ideologías diferentes. La relación familiar siempre fue buena, pero nunca he querido hacer uso de esa condición, por respeto a la figura de Paco y a lo que él representó.

¿Su llegada a la Alcaldía ha sido una carrera de fondo?

No existía ningún plan preestablecido. Es verdad que partimos de la base que sustentó Nuevas Generaciones, que luego pasó a la dirección local del partido y que, en un momento dado, se apartó por no compartir lo que se hacía en aquel entonces, pero sin perder nunca la fidelidad al partido ni a sus postulados ideológicos. Con el paso del tiempo mantuvimos la amistad, y a día de hoy puedo contar con varios de aquellos nombres que me acompañaron en las NN.GG. en el actual gobierno. No responde a ningún plan, pero sí es verdad que responde a una aspiración que tuvimos y que ahora se cumple.

¿En qué notarán los portuenses el cambio en la Alcaldía?

Todo alcalde trata de imprimir su sello personal a la gestión. Me gustaría darle un nuevo impulso, desde mis convicciones y la oferta programática, compartida en buena parte con CC. Creo que vamos a tener la oportunidad de gobernar sin fisuras cuatro años. Me gustaría que se notara una mejora en la agilidad de la gestión del ayuntamiento, y un impulso a los proyectos pendientes.

¿Cambiará algo en los tediosos y crispados plenos portuenses?

A mí me gustaría que sí. Y me voy a esforzar para que el Puerto tenga sosiego y altura de miras. Eso supone esforzarnos y dialogar con la oposición. Tender la mano y puentes de entendimiento para que podamos llegar a acuerdos. No pretendo, ni es necesario, que sea en todo, pero sí en lo esencial. Y que eso venga acompañado de tranquilidad. Que pese a tener discrepancias, prime el interés de la institución, y no escenifiquemos la crispación. Estoy convencido de que la estabilidad política se traslada luego a la calle y podemos ganar calma en la opinión pública. También es importante de cara a otras administraciones, que si nos ven unidos y fuertes, nos harán más caso.

¿Le preocupa la apertura de un expediente a sus socios de CC?

Espero que eso no ocurra. No lo entendería. Ellos han atendido al interés municipal por encima de otras cuestiones. También tenían un mandato de su comité local para que buscaran un entendimiento con el PP. Eso debería ser lo normal en un municipio.

¿Qué medidas tomarán para acabar con la situación que sufren 38 trabajadores del Lago Martiánez, tras cinco meses sin cobrar?

Es un problema que, evidentemente, me preocupa. Hay que aclarar que no es una relación laboral con el ayuntamiento, sino entre los trabajadores y el concesionario. Pese a esto, nos interesa que se mantenga el servicio para los clientes del Lago y que se arregle el conflicto. Ya conocemos la situación, desde el punto de vista de la empresa, y estos días nos reuniremos con los trabajadores. Creo que se puede resolver si hay responsabilidad y altura de miras. No creo que algunas acciones reivindicativas de los trabajadores ayuden a mejorar la situación. Y, sobre todo, no entiendo que se sea capaz de comprometer la imagen turística del municipio divulgando cuestiones negativas, como el tema de los insectos, que en nada contribuyen a resolver el problema. El conflicto necesita un poco de sosiego para resolverse, y nosotros pondremos todo lo que esté en nuestra mano para lograrlo.

¿La ciudad logrará su puerto?

Tengo esperanzas. Nos gustaría que se retomara cuanto antes y que se impulsara la tramitación de todo lo pendiente con Costas. Llevará tiempo, pero cuanto antes se haga, antes se podrá fijar un calendario. Y espero que las obras del puerto comiencen el próximo año.

Las prioridades del nuevo gobierno portuense

Lope Afonso (PP) destaca entre las prioridades de su gobierno "la reorganización administrativa interna del ayuntamiento; el impulso de los convenios de renovación de la planta hotelera, que es una de las grandes aspiraciones de la ciudad para lograr abandonar el encasillamiento como destino turístico maduro y volver a ser un destino atractivo". Además, se propone "concluir proyectos como la estación de guaguas, la playa de Martiánez o el Parque San Francisco; completar las obras de mejora del espacio público turístico; seguir logrando inversión de otras administraciones para impulsar y dinamizar la ciudad, o mejorar la calidad de los servicios. Atender las necesidades de las familias será otra prioridad, con medidas como la mejora de los servicios sociales. Hay retos muy importantes, que no van a ser sencillos de alcanzar. La situación económica es complicada, pero se empezarán a notar los esfuerzos realizados en los últimos años". Como objetivo para la etapa final del mandato, se plantea "reducir la presión fiscal".