Pescadores y marinos del Puerto de la Cruz cumplieron ayer con 265 años de tradición en Los Realejos. Como en cada Octava del Carmen desde 1750, los trabajadores de la mar subieron al municipio de Los Realejos para llevar a hombros sobre la tierra vecina a su venerada Reina de los Mares.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Gran Poder de Dios, Carlos Carrillo, portavoz autorizado de los marinos portuenses, ya recordó en su pregón de las Fiestas de Carmen de Los Realejos en 2012 que, "pese a que en 1921 el párroco de Nuestra Señora de la Peña de Francia de Puerto de la Cruz, don Antolín Fernández, considerara que no era adecuado que los marinos portuenses celebraran la fiesta de su patrona en la villa vecina y se iniciara la tradición de la procesión marítimo-terrestre que todos conocemos, este hecho no significó la interrupción de la tradición anterior".

El inicio de la popular embarcación de la Virgen del Carmen del Puerto de la Cruz no supuso el final de la tradición marinera de la Octava del Carmen, que sigue muy viva.

José Javier Hernández recuerda en un estudio sobre esta festividad que "el realejero ha aceptado siempre, con mayor o menor grado de aprobación, estas muestras de fervor que son el ofrecimiento de los hijos del Puerto a su madre. Al fin y al cabo, tras los fuegos, ella habrá de volver, inequívocamente, a su casa en el santuario de San Agustín".

"Los cargadores, los marinos del Puerto, mantienen la confianza de que un día no muy lejano la autoridad eclesiástica otorgue el permiso que les faculte a transportar la imagen de la Patrona del Valle de La Orotava hasta la vecina población costera. Se trata, en definitiva, de la búsqueda de escenarios más amplios donde liberar la vertiente emocional y afectiva que el canario expresa en sus fiestas religiosas", destaca Hernández.

Las fiestas continúan hoy en Los Realejos con el popular "Lunes del Carmen", que incluye la solemne función religiosa a las 11:00 horas, la tradicional ofrenda del bastón de mando de la Villa a cargo del alcalde, y la procesión por el entorno de San Agustín. La venerada imagen regresará a su camarín tras la celebración de la misa en su honor del día 29.

Una talla de 1726 y una vieja aspiración de la ciudad vecina

La talla de la Virgen del Carmen que se conserva en el ahora Santuario realejero es una obra de Antón María Maragliano, de la escuela genovesa, del año 1726. Desde 1750, los marinos y pescadores portuenses suben a Los Realejos para honrar a su patrona, pero hay una vieja aspiración de la ciudad vecina que en 2012 recordó el entonces pregonero, y aún patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Gran Poder de Dios, Carlos Carrillo. Una petición para que la talla realejera "visite a los pescadores de mi ciudad y sea paseada a hombros por el muelle pesquero y el barrio de la Ranilla. Esta visita supondría una gran alegría no sólo para los pescadores sino para la gente del municipio que tiene fervor por dicha imagen, que se demuestra en el Día de la Octava".