El edificio Tafuriaste, en el número 38 de la carretera de La Luz, en La Orotava, vive desde hace un año un conflicto permanente entre la comunidad de propietarios y los dos locales comerciales de los bajos del inmueble. Debajo de ocho viviendas se han instalado una arepera y un guachinche, ya cerrado, que ha sido sustituido esta semana por una nueva tasca. La comunidad de propietarios se queja de los ruidos y olores que causan los negocios de hostelería y ha presentado cuatro denuncias ante la Policía Local de La Orotava y varios escritos ante el Ayuntamiento villero, el Gobierno de Canarias y el Cabildo insular.

La comunidad reclama "tranquilidad" en sus viviendas y sostiene que al menos uno de los negocios abiertos carece de licencia para ejercer la actividad.

Este conflicto comenzó con una comparecencia de la presidenta de la Comunidad de Propietarios ante la Policía Local villera el 7 de octubre de 2014. En aquel momento, el motivo de queja fueron los ruidos de un guachinche que ya está cerrado. El 1 de diciembre de 2014, la comunidad volvió a quejarse de los ruidos, olores, humos y cenizas provenientes del guachinche ante los agentes municipales.

Los vecinos solicitaron en enero de 2015 un informe urbanístico a la Concejalía de Ordenación del Territorio del Ayuntamiento de La Orotava para conocer si los locales son compatibles para su uso para la actividad de hostelería. Ese informe señala que se trata de suelo urbano consolidado con la tipología de "Edificación Ciudad Jardín", por lo que entienden que no cabe su uso como bares, restaurantes o tascas.

También en enero de 2015, la Policía Local hizo una medición de ruidos provenientes de uno de los negocios y determinó que superaban el máximo permitido. Unos días después se denunció la actividad de la arepera por, presuntamente, carecer de licencia municipal.

Las comparecencias ante la Policía Local continuaron el 21 de abril de 2015. De nuevo se denunció un exceso de ruidos y malos olores, y se aportó el informe técnico municipal que "deja claro que el uso de local comercial de hostelería no es admisible en una zona catalogada como Ciudad Jardín".

En junio de 2015, el servicio de disciplina urbanística del Ayuntamiento villero inició un expediente sancionador contra este negocio por una posible infracción en materia de actividades clasificadas. El 7 de agosto de 2015, la Comunidad de Propietarios del Edificio Tafuriaste solicitó formalmente el cierre de la arepera "por no contar con autorización" y tratarse de "una actividad incompatible con el PGO vigente".

Unos días después, el 18 de agosto, la presidenta de la comunidad volvió a comparecer ante la Policía Local para denunciar otra vez la situación de la arepera y entregar copias de todas las actuaciones seguidas hasta la fecha. En esa comparecencia también detalló que se ha reunido con el edil de Ordenación del Territorio y con el alcalde para exponerles el caso, y que "las molestias son cada vez mayores".

El 19 de agosto, la comunidad presentó otra denuncia ante la Dirección General de Ordenación y Promoción Turística del Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife por la actividad hostelera en estos locales.

La reciente apertura de una tasca en el antiguo local del guachinche, que cerró este año, abre un nuevo capítulo en este conflicto entre vecinos y bares. Los denunciantes esperan que el Ayuntamiento villero actúe pronto y se preguntan "¿qué está pasando?", "¿por qué no toman medidas?".