El alcalde de Los Realejos, presidente del PP de Tenerife y consejero insular, Manuel Domínguez (PP), se ofreció, en una rueda de prensa en la Cofradía de Pescadores Gran Poder de Dios, a liderar el desarrollo y ejecución del proyecto para dotar al Puerto de la Cruz de un puerto deportivo, pesquero, comercial y turístico. Domínguez solicitó públicamente al presidente del Cabildo, Carlos Alonso (CC), que delegue en él todas las competencias necesarias para sacar adelante el ansiado muelle.
El presidente insular, al que Domínguez había avisado de su propuesta a través de WhatsApp, respondió rápidamente y en declaraciones a EL DÍA aseguró que valora su ofrecimiento, pero solo le encarga que “trabaje para obtener la adscripción de los terrenos necesarios para ejecutar la obra en favor del Cabildo”. Alonso añadió que “Costas depende del Estado, donde gobierna el PP, y por ahora no ha autorizado definitivamente la adscripción y ese es el principal obstáculo”. Alonso también respondió a Domínguez en Twitter y mostró un fragmento de una conversación entre ambos (despiece).
En su “oferta pública al presidente insular”, Domínguez se puso a “su entera disposición para que delegue en mí todas las competencias necesarias para desarrollar el puerto”. Recalcó que no le pide ningún sueldo a cambio y que bastaría con una delegación especial para esta infraestructura. La única condición que puso el líder del PP es que el futuro puerto tenga capacidad para que atraquen cruceros de tamaño medio. Nada de fondeos ni de atraques solo para ferris. Si no cabe un crucero, el PP no respaldará el puerto. A su juicio, “es viable urbanística, económica y técnicamente, solo falta la voluntad política”.
Para Manuel Domínguez, en este asunto “hay tres alternativas: no se hace el puerto, se hace mal o se hace bien. Nosotros queremos que se haga bien porque es una obra fundamental para el Norte y para el resto de la isla de Tenerife”.