El Cabildo de Tenerife anunció en la mañana de ayer la apertura de los accesos al Parque Nacional del Teide desde el sur de la Isla y unas horas después ya había un importante atasco entre el Parador y el Teleférico del Teide. Justo una semana después de que empezaran las nevadas en la cumbre, la apertura de la TF-38 (por Chío) y la TF-21 (por Vilaflor) demostró que residentes y turistas tienen sed de nieve, por lo que este fin de semana, con previsión de mal tiempo, se avecina colapso de noveleros en Las Cañadas.

La gran cantidad de vehículos que se concentraron en la carretera a mediodía, y la falta de aparcamientos, obligó a la Guardia Civil a establecer el corte, temporalmente, antes del Parador Nacional. Pese a tratarse de un día laborable, ya se vivió un anticipo del gran lío que se prevé este fin de semana si las vías desde Vilaflor y Chío siguen abiertas.

Una semana después de las nevadas sorprende la escasa cantidad de nieve acumulada en parajes como el Llano Ucanca, Los Roques de García o los alrededores del Parador Nacional. Por carretera solo se puede llegar hasta el Teleférico del Teide, en cuyo entorno hay algo más de nieve, pero no en las cantidades acumuladas en Izaña o El Portillo. La falta de aparcamiento complicará, y mucho, las visitas.

Para los que se aventuren en busca de nieve desde el sur de la Isla, vale la pena acercarse hasta el Teleférico del Teide, que retomó ayer su actividad, para disfrutar de las espectaculares vistas de la nevada desde lo más alto. Las buenas condiciones meteorológicas permitieron ayer a los usuarios disfrutar de las impresionantes vistas de la nieve desde el Mirador de La Rambleta, a 3.555 metros de altitud. El circo blanco de Las Cañadas impresiona.

Todos los senderos que salen desde La Rambleta están cortados y tardarán semanas en abrirse porque, a más de 3.555 metros de altitud, la nieve y el hielo se retiran "a pico y pala". Un trabajo durísimo en sendas con más de metro y medio de nieve acumulada.

El jefe de explotación de Teleférico del Teide, Juan Carlos González, fue uno de los cuatro trabajadores de la empresa que permanecieron cinco días aislado por la nieve. Dos estaban en La Rambleta y González y otro empleado permanecieron en la estación base, pendientes de que el mal tiempo no causara daños en la maquinaria ni en las instalaciones.

El aislamiento "se lleva bien" porque, según explica González, los refugios de Teleférico del Teide están "muy preparados". Tienen televisión, acceso a internet, calefacción y comida y agua para un mes. Desde que el tiempo da una tregua, estos trabajadores se ponen en marcha para posibilitar la reapertura del teleférico y la tarea es compleja: hay que limpiar los cables de hielo y nieve, y subirse a las torres más altas para liberar los mecanismos de hielo "a golpe de piolet".

Antes de reabrir, se hacen magnetografías de todos los cables. Gracias a esta técnica, se observa su interior por si hay alguna rotura.

Sorprendentemente, hay más nieve en la subida de Chío que en el entorno del Llano Ucanca y Los Roques de García. El paisaje es espectacular en puntos como la montaña Samara, a 1.800 metros de altitud, y otros rincones del pinar. Visto lo visto, para disfrutar de la nieve no vale la pena dejar atrás los pinos de Chío. El manto blanco prácticamente desaparece en el malpaís.

Desde La Orotava, lo más cerca de la cumbre que se puede llegar por la TF-21 es el área recreativa de Ramón Caminero, donde tampoco abundan las plazas de aparcamiento. En la TF-24, desde La Esperanza, el corte está en Arafo.

Las cuadrillas que se encargan de despejar de nieve las carreteras TF-24 y TF-21 trabajan de 7:00 a 19:00 horas, pero no es tarea fácil. En el Parque Nacional del Teide no se permite utilizar productos descongelantes ni sal, por lo que la retirada de la nieve y el hielo solo se puede ejecutar con medios mecánicos. Y eso requiere tiempo, pese a la sed de nieve.

Por Chío o Vilaflor

El Cabildo de Tenerife abrió en la mañana de ayer las carreteras de acceso al Parque Nacional del Teide desde el Sur de la Isla: la TF-38, por Chío, y la TF-21, por Vilaflor. Esta apertura permite el acceso hasta la zona del Teleférico del Teide, que, de momento, reanudó sus servicios a la espera de la evolución de las condiciones meteorológicas. El operativo formado por trabajadores de las áreas insulares de Carreteras y Medio Ambiente continúa trabajando para acondicionar el resto de accesos por la zona Norte: a través de la TF-24 (subida por La Esperanza), que permanece cortada a la altura de Arafo (PK24), y la TF-21 (subida por La Orotava), que está cortada a la altura de Ramón Caminero (PK24), por la presencia de hielo y nieve en la calzada. El Cabildo advierte de que la apertura de las carreteras está "sujeta a cambios, dependiendo de la afluencia de vehículos y de las condiciones de seguridad". Desde el Cabildo se pide precaución y se recuerda que el operativo, formado por unas 40 personas de Carreteras y Medio Ambiente, sigue trabajando en la zona con tres palas cargadoras de 15 toneladas y dos máquinas quitanieves.

Fin de semana

El Cabildo tiene previsto informar hoy sobre el dispositivo que podría activarse durante el fin de semana para que los ciudadanos puedan acceder al Teide, "en condiciones de seguridad y sin dificultar el trabajo de limpieza y acondicionamiento". La amenaza de mal tiempo y la previsión de una afluencia masiva de personas y vehículos son dos variables que se tienen muy en cuenta en el Cabildo a la hora de planificar el fin de semana. La TF-21 entre el Teleférico y El Portillo continúa cerrada debido a la gran cantidad de nieve. Por ahora solo se ha conseguido despejar un carril central, con zonas donde la nieve acumulada en los laterales alcanza los dos metros de altura. En la TF-24 hay aún más nieve y su apertura se retrasará.