José Julián Mena, alcalde de Arona, accedió a la Alcaldía en 2015 cuando el municipio "arrastraba una grave crisis institucional y administrativa provocada por el anterior gobierno, con una administración paralizada en muchos casos y, en otros, desarrollando sus funciones con múltiples objeciones de legalidad". Esa situación ha sido restablecida en parte, "devolviendo al municipio a la senda de la legalidad sin dejar de prestar servicios a la ciudadanía". Pero el regidor tiene claro que en un año no se puede corregir todo lo heredado.

El alcalde explicó que "se había generado una fuerte desconfianza hacia el proceder de los mandatarios municipales, a raíz de las múltiples causas judiciales en que el ayuntamiento y sus gobernantes estaban, y están, inmersos". Esta situación provocó un paulatino enfriamiento económico, estancamiento del desarrollo y alejamiento de las posibles inversiones estratégicas. "Normalizar la administración y regular muchas prestaciones que carecían de contrato, algunos tan básicos como el carburante de los vehículos municipales, no ha sido nada fácil".

La redacción de un nuevo Plan General de Ordenación (PGO), tras la anulación del promovido por el anterior gobierno debido a ilegalidades detectadas por los tribunales de justicia, es un trabajo "cuya labor es ardua. Hemos avanzado de manera importante en los aspectos preparatorios para su posterior redacción", aseguró.

Mena sostuvo que el nuevo PGO es un objetivo prioritario y dejó claro que se trata de que el documento esté sujeto a la realidad de Arona "y escrupulosamente ajustado a la legalidad urbanística".

En este primer periodo del mandato, José Julián Mena recuerda que, "sin duda, el peor momento ha sido la tragedia acaecida en los Cristianos, donde se perdieron siete vidas por el colapso imprevisto de un edificio de viviendas, una tragedia de la que es difícil reponerse y que supuso jornadas de angustia y tristeza para nuestro pueblo". De momento, el alcalde aronero no quiso profundizar más ante el hecho de que se trata de un asunto sujeto a secreto de sumario por decisión judicial.

Rememorando las primeras palabras que pronunció tras ser elegido alcalde, Mena sostuvo el mismo discurso en el sentido de que "el objetivo básico que este gobierno se ha trazado es devolver a Arona la capitalidad del Sur, merced a su ubicación estratégica, a su potencial económico y a su importante población, que nos sitúa como tercera ciudad de Tenerife y la primera en el sur de la Isla". Un rol perdido política, económica y socialmente.