Alumnos de Arquitectura de la Universidad Europea de Canarias (UEC) han trabajado durante varios meses en la elaboración de sus propuestas para recuperar la histórica casona de La Gorvorana y su entorno, en Los Realejos, y convertir la zona en una gran infraestructura cultural de referencia en la Isla, en Canarias y, si es posible, más allá. Los estudiantes de quinto curso de Arquitectura Cristina López, Juan Cristóbal Pérez Hernández y Nicolás Costello son los autores de tres de las ideas con las que ahora empezará a trabajar el ayuntamiento. Ideas que plantean la recuperación de este inmueble del siglo XVII, actualmente en un estado ruinoso, y la construcción de un gran auditorio soterrado, salas de exposiciones, residencia para artistas, aparcamientos, grandes zonas verdes y otros servicios, como espacios compartidos de trabajo o restaurante y cafetería.

El coordinador de la Escuela de Arquitectura de la UEC, Pablo de Souza, destacó que estas propuestas son fruto de una iniciativa de aprendizaje basado en proyectos reales, que se realizó en el cuarto curso de Arquitectura. Los estudiantes aplicaron los conocimientos adquiridos durante un año de trabajo en diferentes asignaturas, y elaboraron su alternativa en un periodo de tres meses. Tiempo en el que llegaron a realizar hasta 15 visitas a las ruinas de La Gorvorana.

Cristina López es la autora de la idea más rompedora: el Tenerife Fab Lab, "una gran fábrica de ideas en la que gente con talento podría desarrollarse". López plantea vaciar el interior de la casona (conservando los elementos que le dan valor histórico) y organizarlo mediante un sistema de plataformas metálicas móviles, que permitirían modificar los espacios según la necesidad de cada momento.

En el exterior de la casona, las plataformas móviles también permitirían crear un auditorio al aire libre. Además, en el resto de la parcela, López quiere construir un auditorio soterrado, con un aforo de 500 personas, y reconvertir la actual guardería en la residencia para artistas y emprendedores.

La propuesta de Nicolás Costello apuesta por dar protagonismo a La Gorvorana y recuperar un entorno verde alrededor de la casona. El edificio de nueva construcción, que tiene la forma de un gran corredor, estaría mimetizado en el entorno, con una cubierta vegetal. El proyecto propone aprovechar la diferencia de cota de lado a lado de la parcela (de 16 metros) para crear un gran inmueble accesible, con un auditorio soterrado con 450 butacas, residencia, aparcamientos y sala de exposiciones.

Además, apuesta por ampliar el patio de la casona con un gran espacio libre que sirva para comunicar la parte antigua con el nuevo y multifuncional edificio.

Juan Cristóbal Pérez Hernández propone recuperar el aspecto original de la casona y transformar su entorno para crear el Centro de Arte e Innovación La Gorvorana. Plantea volver a vincular la ermita cercana con la hacienda mediante un espacio público. En la casona ubicaría la residencia de artistas, un espacio de trabajo compartido, una sala de arte contemporáneo, un espacio dedicado a la historia del inmueble y una cafetería-restaurante.

Pérez Hernández propone construir la nueva Casa de la Música y la Danza para unificar en un espacio servicios que en la actualidad están dispersos. En la planta inferior de este inmueble tiene previsto ubicar un gran auditorio soterrado con capacidad para 1.000 espectadores. En otro punto de la parcela habrá un aparcamiento soterrado con 270 plazas, conectado con el auditorio.

Las ideas y la necesidad están sobre la mesa, ahora solo falta que el proyecto se concrete para salvar la casona de La Gorvorana y convertir este rincón olvidado de Los Realejos en todo un referente cultural.

las claves

El Ayuntamiento de Los Realejos analizará las propuestas de los estudiantes y seleccionará las ideas que considere más interesantes para incluirlas en el pliego de condiciones de la redacción del proyecto de reforma.

El edil Adolfo González (PP) explicó ayer que el objetivo del consistorio y del Cabildo de Tenerife es sacar a concurso la redacción del proyecto definitivo durante 2017. La obra se ejecutará por fases, "debido a su alto coste".

Tanto la redacción del proyecto como la ejecución de la obra cuentan con financiación comprometida por el Cabildo insular: unos 2,9 millones de euros entre 2017 y 2020. Los fondos se obtendrán del reparto del IGTE, según informó González.