Un importante desprendimiento de rocas bloqueó ayer la carretera general del Norte (TF-217) y la calle Tosca Barrios, en Santa Úrsula, pasadas las 21:00 horas. Según informó anoche a EL DÍA el alcalde del municipio, Juan Acosta (AISU), las enormes rocas caídas sobre ambas vías no causaron, por fortuna, ningún herido.

"El susto ha sido grande porque se trata de una vía muy transitada y del acceso a numerosas viviendas -indicó Acosta-. Por suerte, nadie pasaba por la zona en el momento del derrumbe y no tenemos que lamentar ninguna desgracia personal, solo pérdidas materiales".

Acosta señaló que bajo las toneladas de rocas quedaron sepultados al menos dos vehículos que estaban estacionados. "Ya se ha podido contactar con los propietarios y no se echa en falta a ninguna persona", añadió.

Personal del ayuntamiento y del Cabildo de Tenerife, con el apoyo del Consorcio de Bomberos y la Guardia Civil, trabajaba anoche para tratar de despejar ambas vías y de comprobar si existe riesgo de nuevos desprendimientos en el talud afectado.

"Afortunadamente no ha habido ninguna desgracia personal, ahora toca retirar las piedras, que son enormes, y ver si el talud está inestable o no", subrayó el alcalde. Al cierre de la edición de ayer, Acosta no tenía claro cuánto podría durar el corte de la carretera TF-217 y de la calle Tosca Barrios. Podría demorarse horas o días, según la inestabilidad de la pared afectada, que tiene más de diez metros de altura.

El tráfico se desvió por la carretera vieja hacia y desde La Victoria. Los más de 200 vecinos de la zona de Tosca Barrios, donde hay numerosas viviendas, no quedaron completamente aislados porque existe un acceso alternativo a través de los barrancos de Los Garabatos y La Cabezada.

Cada día pasan por la TF-217, la antigua C-820, entre 10.000 y 17.000 vehículos, según los datos del área de Carreteras del Cabildo insular.