La situación política de Tacoronte desde las elecciones municipales de 2011 es una sucesión vertiginosa de giros, ascensiones, caídas, avances, frenazos, sorpresas y maniobras que han dejado a más de uno patas arriba. Tacoronte se subió a una montaña rusa hace casi seis años y el municipio empieza a dar síntomas de mareo. Porque hablar de política en este municipio norteño es hablar de gobiernos en minoría, crisis internas de partidos, ediles expulsados, mociones de censura, sentencias judiciales, pactos, rupturas, bloqueos, denuncias, odios y traiciones.

Todo empieza con la pérdida de la mayoría absoluta de CC en las elecciones municipales de 2011. Entonces Álvaro Dávila (CC) se convirtió en alcalde de Tacoronte gracias a un pacto con el PSOE de Carlos Medina y Rodolfo León. Los desencuentros entre los socios se sucedieron de forma más o menos contenida, hasta que estalla la crisis interna en el PSOE. En noviembre de 2012, Carlos Medina deja de mandar en el PSOE de Tacoronte y toma las riendas del partido Rodolfo León. El enfrentamiento entre ambos llega al gobierno local cuando León plantea en abril de 2013 un cambio en el organigrama, con el apoyo del partido en Tacoronte, y Carlos Medina pierde todas sus competencias.

La crisis interna del PSOE salpicó de lleno al gobierno CC-PSOE, que en octubre de 2013 terminó saltando por los aires. Dávila chocó con León y se negó a devolver las competencias retiradas en agosto a varios ediles del PSOE. Rodolfo León y otros cuatro ediles socialistas respondieron con una moción de censura contra su exsocio, en octubre de 2013, con el apoyo del PP que lidera Teresa Barroso. Los cinco concejales que la firmaron serían expulsados de forma inmediata del partido socialista. Tras la anulación judicial de aquella censura, en diciembre de 2013, Dávila inició un periodo de gobierno en minoría que aún dura. En una corporación con muchos asuntos pendientes.

La relación entre la mayoritaria oposición y el gobierno en minoría de CC fue nefasta en el mandato anterior y poco ha mejorado.

Tras las elecciones de 2015, Carlos Medina, que recuperó las riendas del partido, se vio obligado por los dirigentes del PSOE a dejar gobernar en minoría a Álvaro Dávila. El pacto en cascada fue un jarro de agua fría en Tacoronte. Medina aceptó tragarse el sapo, pero no se lo ha puesto fácil a Dávila.

En estos más de tres años en minoría, la relación entre Dávila y el resto de la oposición ha sido, de nuevo, más que tensa. El consenso se ha convertido en una quimera en Tacoronte, donde priman las zancadillas de parte y parte. Tras el fichaje de Honorio Marichal (SSP), Dávila ha ofrecido al resto de partidos que entren en el gobierno "si están dispuestos a trabajar por Tacoronte". Una oferta que la oposición no se cree después de casi seis años de agrios enfrentamientos y acusaciones cruzadas. Casi nadie se fía de nadie.

Dávila acusa a la oposición de bloquear asuntos de interés general, y la oposición considera que Dávila trata de imponer su criterio, sin consenso, a pesar de gobernar en minoría. El escenario es de puentes rotos.

Aparte de Álvaro Dávila, hay al menos otros cinco nombres claves en la montaña rusa de la política tacorontera: Carlos Medina, José Daniel Díaz, Teresa Barroso, Rodolfo León y, ahora, Honorio Marichal. Conviene detenerse, uno a uno, para entender qué pasa en Tacoronte.

Carlos Medina era secretario general y candidato del PSOE a la Alcaldía en 2011. En 2012, la dirección local del partido la asumió Rodolfo León y Medina quedó aislado dentro de su grupo municipal, y tampoco encontró amparo en sus socios de CC. Perdió todas sus competencias y, cuando el resto de ediles del PSOE se embarcaron en la censura junto al PP, fue el único concejal fiel a la disciplina del partido socialista. Acabó el mandato como único concejal del PSOE y volvió a liderar la candidatura. Resurgió de sus cenizas. El pacto en cascada PSOE-CC impidió que aceptara en junio de 2015 la propuesta de las fuerzas progresistas para convertirse en alcalde y protagonizar una historia digna del ave fénix. No ha ocultado sus diferencias con Dávila y tampoco su intención, tras la ruptura entre PSOE y CC en Canarias, de promover una moción de censura. Mostró sus cartas. La lentitud de la negociación y algunas discrepancias en las formas, dieron pie a la reacción de CC. El fichaje de Honorio Marichal (SSP) desbarató el plan inicial -el gobierno progresista-, aunque los socialistas dicen que seguirán buscando un acuerdo. La posición del PP y de NC, que parecen optar por acabar el mandato en la oposición, pone el plan del PSOE cuesta arriba.

Honorio Marichal tomó posesión como concejal de SSP el día 1 de julio de 2016 y hasta el día 24 de enero era prácticamente un desconocido. Tras anunciar su entrada en el gobierno de CC, Marichal se ha convertido en el hombre que ha evitado una censura más o menos cantada contra Dávila. Ha frustrado el gobierno progresista a cuatro (PSOE, SSP, NC y Por Tacoronte); ha reventado el proyecto local de SSP, y ha permitido resurgir a Álvaro Dávila. Sus compañeros le acusan de traición y transfuguismo; para el PSOE su comportamiento ha sido indigno, y tampoco ha encontrado comprensión en NC ni en Por Tacoronte. Sus argumentos políticos no convencen. Tampoco su llamada a un pacto nacionalista con CC, NC y SSP. Mañana, a mediodía, afronta a su primer pleno como socio de CC.

José Daniel Díaz fue elegido presidente del comité local de CC en Tacoronte en el año 2006, y tuvo un papel destacado en el gobierno del último mandato de Hermógenes Pérez. Pero la llegada de Álvaro Dávila lo dejó fuera del proyecto de CC y, en noviembre de 2014, anunció su salida del partido . Ahora es presidente de NC en Tenerife. En las últimas elecciones logró dos ediles y también estaba por la labor de propiciar un cambio de gobierno. Tras el fiasco de Honorio Marichal, Díaz parece que da por cerrada la posibilidad de una moción decensura.

Teresa Barroso lideró, junto a Rodolfo León, la censura del 22 de octubre de 2013, anulada por la justicia. Denunció a Dávila ante la justicia por presuntas irregularidades y la relación entre ambos es muy mala. El alcalde ha llegado a decir que no tiene problemas con el PP en Tacoronte, "sino con una persona del PP en Tacoronte", en alusión a Barroso. La popular se ha mostrado reticente durante este mandato a sumarse a otra censura, tras la mala experiencia de 2013. Ahora la intervención de al menos un edil del PP es la única posibilidad a la que se agarran los que aún confían en echar a Dávila.

Cuando Rodolfo León era secretario general del PSOE y edil en Tacoronte, en el año 2013, dejó claras sus diferencias con Carlos Medina. Luego presentó la moción de censura contra Dávila y fue expulsado del partido socialista. Logró ser alcalde, pero su mandato duró apenas 40 días, porque la justicia anuló la censura. En las elecciones de 2015 se puso al frente de Por Tacoronte y logró entrar en la corporación. En junio del año 2015 ofreció su apoyo a Medina para que fuera alcalde, una oferta que volvió a reiterar recientemente.