El mal estado de dos de las centenarias palmeras de la plaza del Ayuntamiento de La Orotava obligará a talarlas en los próximos días. Su retirada, por motivos de seguridad debido al elevado riesgo de caída por el deterioro de los troncos, obligará al consistorio a sustituirlas por otras palmeras canarias de mucha menos altura. El edil de Turismo, Servicios y Parques y Jardines, Felipe David Benítez, explicó ayer a EL DÍA que los técnicos ya han advertido de que trasplantar palmeras de gran porte a la plaza del consistorio "es inviable", por lo que este emblemático espacio tardará muchas décadas en recuperar el aspecto que presenta en la actualidad, al menos en el lado más cercano a la fachada, donde se eliminarán dos de las tres palmeras.

Las dos palmeras de 112 años y más de 16 metros de altura que serán eliminadas están afectadas por el insecto conocido como taladro y por cientos de clavos introducidos en sus troncos durante décadas. Tras su tala, de arriba abajo con ayuda de una enorme grúa, los técnicos han dicho que solo se podrán sustituir por otras palmeras de apenas dos metros de altura.

Benítez explica que "no se pueden trasplantar palmeras de más de dos metros porque sería necesario abrir unos huecos enormes en la plaza para que entraran las raíces y, además, habría que instalar unos andamios fijos para sujetarlas durante dos o tres años. Eso no será posible porque implicaría suspender todas las actividades que acoge la plaza durante ese periodo".

La intención del consistorio es adquirir ocho palmeras canarias del mismo porte para sustituir las dos que serán taladas y "tener en el vivero municipal una reserva de palmeras del mismo tamaño para continuar sustituyéndolas cuando sea necesario".

Hoy se celebra la reunión técnica para planificar la tala de las dos palmeras que se encuentran en peor estado. La próxima semana se conocerán los informes de las cuatro palmeras más cercanas a la calle Carrera, pero Benítez adelanta que confían en poder "salvarlas a todas".

"Evidentemente, las palmeras, que fueron plantadas en 1905, no van a durar 112 años más, por lo que ya tenemos que planificar su progresiva sustitución. Tenemos claro que son una seña de identidad que queremos conservar, pero no son eternas", recalcó Benítez.